No faltan ni cinco meses para que la administración de Rafael Moreno Valle termine, y el secretario de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Jesús Rodríguez Almeida, ya le dio su año de Hidalgo al grueso de sus subordinados, todo esto dilapidando los recursos del gobierno y dejando en la calle a elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), tanto razos como inspectores que no tienen cargo.

Y esto que le comento quedó al descubierto porque el inspector ‎Guillermo Palma Salazar, ya sea por mero protocolo o vanidad propia, comunicó a sus subordinados que su jefe Rodríguez Almeida le otorgó el nombramiento y grado homologado de inspector general, presentando como prueba el oficio DGPEP/RH/2016/08041, emitido por la Dirección General de la Policía Estatal.

Quizá usted se pregunte ¿qué tendría de maravilloso el nombramiento?

Le comento que para que alguno de estos servidores públicos tenga esos cargos tiene que someterse a evaluaciones de conocimientos médicos, físicos y psicológicos, además de haber realizado un examen de confianza, lo que jamás ocurrió para que se diera el nombramiento.

Ahora bien, también le comenté del nombramiento de grado y homologado le deja buenos dividendos.

Uno de estos es que le llegó otro buen aumento de sueldo y que se lo van a contar y a pagar desde el mes de enero pasado a la fecha.

Un dineral considerando el poco salario que perciben elementos de la Policía Estatal, quienes son los que en realidad se exponen y exponen a sus familias ante esta nueva moda delictiva que llegó a Puebla.

Pero esto no es todo.

Los otros beneficiados por cargos al vapor

Otros "inspectores generales" que ya gozan de este benéfico ascenso son:

Merdardo Rodríguez Martínez, quien es coordinador de Despliegue Territorial.

‎El subinspector Marco Aurelio Xicoténcatl López, subdirector de Plantación.

‎Rodolfo Hernández Gaspar, subdirector de Operación Vial en delegaciones y encargado de despacho de la Dirección de Vialidad Estatal.

‎El inspector Julián Palomar del Valle, director del Cuerpo de Bomberos.

Y otros más.

Todos, sin haber realizado los exámenes correspondientes.

Y mientras, los abusos contra los policías

Mientras estos servidores públicos se sirven de todos los presupuestos con la cuchara grande, el grueso de los policías sigue muriéndose de hambre.

Los bonos federales como el de 600 pesos que les entregan cada mes, tarda hasta tres meses para que les llegue.

El apoyo mensual de los 250 pesos, ya ni les llega.

Ni se diga d‎el apoyo que les debió haber llegado en la primera quincena del mes de agosto por asistencia, puntualidad, capacitación y antigüedad.

Esa ha sido la historia durante ya casi seis años del personal de esta corporación.

‎Sin aumento de salario y sin que el gobierno del estado se preocupe por lo que les pasa y afecta a sus familias.

¿Y la Ley Anticorrupción?

Puebla puede ser un modelo a nivel nacional de cómo se debe combatir la corrupción.

Este asunto de los ascensos homologados en la SSPE, sin que se cumplan los lineamientos legales, debe ser materia de investigación.

Tenemos en Puebla a un verdadero Durazo, con el doctor Jesús Rodríguez Almeida.

Y conste que todos hacen maletas para ocupar cargos federales.

Nos vemos cuando nos veamos.