Para el gobierno del estado, la detención de 7 elementos de la Policía Municipal de Amozoc de Mota, más otro que podría pertenecer al crimen organizado y tras el hecho de que el presidente municipal de este lugar y al menos dos de sus funcionarios hayan resultado implicados en la protección a las bandas de chupaductos, significa el “cierre del caso de corrupción”.

Pero se les olvidó que sus filas también están apestadas.

Que el principal artífice, por el momento, de la protección a las organizaciones que se dedican a robar hidrocarburos es el director de Operaciones Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), Guillermo Palma Salazar.

Este servidor público es quien ahora se dedica a la protección de los chupaductos, al menos tres quejas presentadas ante la Contraloría del Estado así lo indican.

Pero sigue siendo protegido.

En las últimas horas han circulado en redes sociales más quejas y señalamientos hechos por personal de la misma Policía del Estado, que colocan a Palma Salazar, “inspector general”, en la lista de quienes deberían ser investigados a fondo.

Pero eso no es todo, también han denunciado otro negocito de la SSPE, que no es otro que el taller de la Policía Estatal.

Le presento un fragmento de lo que le comentó:

“Desde que se desintegró el taller de la PEP (Policía Estatal Preventiva) por presuntas irregularidades lo absorbió la SSP (Secretaría de Seguridad Publica) trasladándolo a las instalaciones de la 105 poniente antes corralón de vialidad en el cual quedó como responsable Israel Tomé García ya hace más de un año, lo cual resultó completamente perjudicial para nosotros el personal operativo ya que al ir al taller para que reparen nuestra unidades oficiales nos es cobrado el servicio como si fuera una taller particular y en caso de no pagar amenaza con elaborar un acta administrativa por negligencia en el uso del vehículo. Incluso cuando se trata de la sustitución de alguna pieza o refacción que es tomada de los mismos vehículos oficiales que ya están en trámite de baja nos la cobra a precio normal o depende de cómo negocies con él. Por ese motivo no es raro ver que en el taller es casi nulo el ingreso de unidades oficiales para su reparación ya que muchas veces resulta mucho más económico arreglarlos en talleres particulares”.

“Hace poco asistí al taller con algunos compañeros para ver la posibilidad de hacer cambio de llantas a nuestras unidades, para lo cual nos cobraba la cantidad de $8,000.00 por el cambio ya sea de un Dodge Charger o de alguna Pick Up y que la entrega de dichas llantas seria en máximo 15 días. Mientras le realizaban la afinación al vehículo oficial que tenemos a cargo (el cual tuvimos que pagar en $500.00) nos percatamos que los mecánicos estaban arreglando vehículos particulares, y en ese momento se encontraban reparando al menos 7 vehículos, de los cuales 5 tenían matriculas de otros estados”.

“Al preguntarles a los compañeros mecánicos nos comentaron que son obligados a realizar dichas reparaciones a esos vehículos ya que si se niegan son puestos a disposición del mando y posteriormente mandados a bases de operaciones, también nos comentaron que todas esas reparaciones son cobradas por el encargado Israel Tomé quien descaradamente ya hasta tiene sus cuotas para todo tipo de trabajo. Algunas de esas cuotas son $500,00 por afinación de vehículos pequeños y $800.00 por afinación de vehículos de 8 cilindros”.

“En ese taller las autopartes son vendidas a los mismos compradores de los lotes de autos que compran las unidades en subasta y a compañeros que requieran alguna pieza para sus unidades. Las reparaciones mayores son con un costo arriba de los $3000.00, incluso te consigue refacciones o piezas nuevas (las más comunes son llantas, baterías y algunas piezas mecánicas) para vehículos particulares y según comentan ellos que el encargado las saca facturando a nombre de la SSP como si fueran para la reparación de vehículos oficiales los cuales al poco tiempo son dados de baja para evitar ser descubiertos”.

(Hasta aquí parte de la denuncia, la segunda se la tendré el miércoles).

 

Nos vemos cuando nos veamos.