Ocurrió a las 23 horas del martes 13 de septiembre, hombres armados interceptaron en la 7 Oriente y 10 Sur —a 8 calles de donde se encuentra la Presidencia Municipal— una camioneta Chevrolet, placas TXV-4018 de Puebla.
La unidad era conducida por MZ, a quien los desconocidos amenazaron de muerte, además de que iba acompañado de SR, mujer de 40 años de edad.
Los delincuentes, no conformes con haberle robado la unidad, se llevaron a la mujer, presuntamente en calidad de rehén y se perdieron entre las sombras de la noche.
Al siguiente día, el propietario de la unidad acudió a presentar una predenuncia ante el Ministerio Público.
La Agencia Estatal de Investigación (AEI) inició la inmediata búsqueda de la mujer, de la que se presumía estaba secuestrada y en breve los maleantes iban a exigir un rescate.
La mujer en cuestión fue abandonada en Quecholac, de inmediato se comunicó con sus familiares y estos fueron a recogerla.
Aún no se sabe si hubo un pago de rescate o simplemente la dejaron libre.
La información de este caso, y otros, permanece oculta.
Urgente el desalojo de vecindad de narcomenudistas
Por enésima vez la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), asestó otro golpe a la organización de narcomenudistas que se bautizó como “La Mafia”, y en una acción operativa, orquestada por la Policía Estatal Preventiva (PEP), cayeron cinco integrantes que pertenecen a este grupo delictivo y a quienes les incautaron 951 dosis de cocaína, de las que 911 son polvo blanco y las restantes piedra o crack, misma que estarían vendiendo en la esquina de la 9 Oriente y la 12 Sur.
En esta ocasión los detenidos fueron: Viridiana ZB., de 30 años de edad; José Luis PP., de 58 años; Francisco MP., de 49 años, Carlos VV., de 34 y Rodolfo SS., de 40, a quienes les encontraron las dosis del alcaloide, por lo cual fueron remitidos ante las instancias correspondientes como presuntos responsables de delitos contra la salud.
La detención fue reconocida por vecinos del barrio de Analco, de la colonia Azcarate, de la zona conocida como “El Rastro”, cerca de donde se ubican las instalaciones de la PEP, de La Luz e inclusive de Los Sapos, principalmente de quienes se dedican al comercio y los sábados y domingos colocan sus puestos en estos puntos, principalmente Analco.
Y es que no solo se trata de la venta de drogas desde las vecindades de la 9 Oriente 821 —donde operan los líderes de “La Mafia” y la 12 Sur 707, que sirve como sucursal, sino que además atrae delincuencia de otros puntos.
Le explico, muchos de los viciosos que adquieren drogas en estas vecindades o con los integrantes de esos grupos delictivos, se dedican a extorsionar a choferes del transporte público que pasan por el bulevar 5 de Mayo, desde la 11 Oriente hasta la 2 Oriente, quienes no pagan “su cuota”, son blanco de atracos, con todo y los pasajeros.
Lo mismo pasa en los comercios ambulantes o no de Analco y sus alrededores, todos tienen que pagar “protección” o serían blanco de asaltos.
Los mismos ciudadanos que pasan por estos comercios, para adquirir algún adorno o alimento, son blanco de robos, a quienes no les abren sus vehículos y les roban autopartes, les roban el bolso, las carteras, sus celulares y todo —dinero y productos robados— va a parar a estas vecindades,
La petición que al respecto han hecho es sencilla, para que se pueda completar la desaparición de esta Mafia de vendedores de droga, deben ser desalojados de las vecindades, porque ahí vive la gran mayoría, se esconde y oculta las drogas.
Es necesario que alguna autoridad del gobierno del estado o del municipio revise quiénes son los dueños de estas vecindades y obliguen a que les pidan el cuarto a cada uno de los que representan un riesgo para sus mismos vecinos y para quienes tienen que pasar por estas colonias y barrios.
Y conste que a consecuencia de estos robos los comerciantes han presentado una sensible baja en sus ventas.
Nos vemos cuando nos veamos.