Usted se habrá dado cuenta que uno de los distritos donde no se ha reportado presencia de crimen organizado, ni se han dado detenciones importantes, ni la presencia de narcomenudeo y otros delitos es Atlixco.
Y no es porque no los haya.
Sobre todo porque hay puntos de dicho municipio donde la venta de la heroína es una constante.
Sobre todo porque antes, durante las primeras incursiones de grupos delictivos de Veracruz, existía una ruta que iba del municipio de Atlixco, luego Cuautlancingo y todos los puntos que se pueda imaginar de Puebla.
Incluso en el penal de Matamoros.
Luego se dieron varias ejecuciones y desapariciones y más tarde una "calma" que atemoriza a los mismos vecinos.
De ahí viene este comentario.
Y es que existe el rumor de que la plaza de Atlixco ya fue comprada y que solo un grupo es quien se encarga del narcomenudeo, el robo de vehículos, las extorsiones, del cobro de piso y de otras felonías más.
Y este grupo tiene un representante.
Se trata de un elemento de la Policía Ministerial de la base de Atlixco.
Que le entra con sus jefes superiores para que no lo cambien de lugar.
Que es propietario de un vehículo Lincon, modelo 2014.
Que es el encargado o enlace de "las rentas" de la mafia a la policía.
Quienes lo conocen lo identifican por su placa de agente.
Y quienes reportan el hecho, envían hasta el número de placa porque saben que en cualquier lugar donde se mueve la delincuencia organizada la calma puede cambiar de un momento a otro.
La muestra son las ciudades donde ha penetrado el crimen y han quedado casi vacías, en quiebra.
Acapulco es otro ejemplo.
Estas mismas preocupaciones han llevado a vecinos a solicitar la presencia de las autoridades federales.
Que se investigue al agente aludido o por lo menos que lo cambien de comandancia.
Correrlo, nadie cree que pueda suceder.
Por la sencilla razón de que le entra con sus jefes y estos tienen pocos escrúpulos.
Les interesa más el dinero que cumplir con su deber.
Luego dicen que nadie les dijo nada.
Que no sabían.
Otra agresión a periodistas, ahora en Teziutlán
El periodista Braulio Antonio Santos, corresponsal de La Poderosa de Tuxpan, fue encerrado por varias horas en las galeras de la Policía Municipal, por órdenes directas del comandante de la Dirección de Seguridad Vial de Teziutlán, Juan Miguel García Castillo, sin que hubiera alguna razón legal.
Antonio Santos tomaba con su celular un video de una extorsión donde participaban agentes viales de ese municipio y un conductor.
Entonces al periodista lo esposaron, le dijeron que le iban a dar una calentadita y lo trasladaron a la comandancia municipal, donde estuvo encerrado más de tres horas.
Tras confirmar que sí era periodista, lo dejaron libre, pero para tapar las apariencias le cobraron una multa, por "insultar a la autoridad".
Lo que aquí le comento ocurrió el pasado domingo 2 de octubre.
El compañero periodista acudió primero al secretario general del Ayuntamiento de Teziutlán, José Juan Núñez, quien le dijo que no había pruebas de que su detención hubiera sido arbitraria.
No hizo nada.
Edgar Antonio Valdez Hernández, presidente municipal de Teziutlán, quien se enteró de lo ocurrido dijo que se harían las investigaciones para castigar a los responsables.
Tampoco hizo nada.
El delito que cometió el corresponsal, cuando filmaba la extorsión, es que dijo "son mamadas”, indignado por el abuso, y le dijeron que esa palabra se pagaba con cárcel.
Además de 700 pesos de multa.
Juan Miguel García Castillo, director de Seguridad Vial, dice que el periodista se "la pela".
Que antes ha sido agente federal, integrante de la PGR, además de otro cargo más en la Secretaría del Transporte.
Hasta escolta de “El Chapulín colorado”.
Aun así, se sabe va a ser acusado ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, además de que va a ser denunciado ante la Fiscalía Especializada Contra Delitos a Periodistas.
Nos vemos cuando nos veamos.