1. Más juvenil que ahora en lecturas universales, tuve acceso a Salazar Monroy ¿texcalteca o poblano?, gracias a que un alcalde químicamente honrado —que pocos han existido en todo México—, llamado Eduardo Cué Merlo, ordenó chingonamente compilar la ópera poblana de Historia del Arte Poblano, publicado en modestas ediciones con patrocinios de igual modestia.
2. En 3 volúmenes, respetando las carátulas bellamente impresas de cada tema, los cercanos al Al-Caid de ascendencia española, gozamos y continuamos gozando los fuertes descriptivos de las obras cumbres de arquitectura ingeniería y ornamentación de piedra, formas, colores, oros diversos en sus tonalidades, creados por manos indígenas orientadas por los peninsulares aquí avecindados.
3. Pero hete aquí (Palou, El Viejo), que gracias a Doña Mago —aún priista de 7 cepas pese a lo que hagan las cabronas cúpulas tricolores, como destruir al país—, tuve acceso a un documento seguramente hermano de todo lo investigado, narrado e impreso por Salazar Monroy titulado: “Monografías Tlaxcaltecas”.
3.1. Su contenido es impactante para cualquier amante de la cultura del texcal. (Cultura es: todo lo que el hombre crea. Jack Lang. 9 años Ministro cultural y educativo en un paisillo llamado Francia).
3.2. S.M. nos regala visualmente como aperitivo, un croquis universal de todo lo arqueológico y arquitectónico de esa hermana República. El autor es Gabriel López Rivera. Seguramente ignorado hasta por su descendencia.
3.3. Sigue un canto introductorio del autor para meternos en: El escudo colonial; luego nos presenta cara a cara al Dios de la Guerra opositor de Huitzilopochtli: Camaxtli “Paño de la Guerra”.
3.4. Este ser, como otras divinidades humanas, llegó a tal veneración después de una azarosa vida. Fue guerrero notable, después tecuhtli, pasó a teoteculitli con rango semidivino, antes de ser endiosado fue elevado a Hueyteopixque —Señor Divino, Sumo Sacerdote—; este cuando corpóreo fue creador de instituciones.
4. Entramos a hurgar en los 4 señoríos: Tepeltlipac; Ocotelulco; Tizatlán; Quiahuixtlán; sus senadores son: Tlahuexolotzin; Zitlalpopocatl, Maxixcatzin y Xicohténcatl.
5. Ahí encontré —por fin—, a la doncella Mextlil, la de pechos desiguales, productora de la gota de leche mágica. También aprendí que el hijo del senador Xicoténcatl es el general Xicohtencatl Oxayacátzin, también supe los nombres de sus capitanes. El general antiespañoles (historiadores como William Prescott) es tratado con admiración.
6. Describe S.M.: La Presa de San Buenaventura; la ermita del mismo nombre; Atlihuetzia y su cascada; Las Fortalezas de Cacaxtla; el Palacio Actual de Gobierno; La Capilla Real.
7. Cómo será donado a un ilustre texcalteca académico, difusor de ideas, administrador y excepcional comunicador no informador en la BUAP, cuando el señor Doger Marún fue rector (omito su nombre, pues vive en la discreción de sus cosas); obligado es no privarse de los placeres que dan los textos. Este será copiado.
NUESTRA CASA
Cabrona se oyó la voz rectoral de la BUAP ante la poblanidad: “Ni una más”. Las varonas de la facultad de Sociología ya están en chinga.