1. La expulsión del señor licenciado Fernando Morales Martínez del PRI es anécdota simplemente partidaria que durará en las mesas de café aproximadamente una sesión.
2. Beneficiará a la institución priista, como muestra inequívoca de que el presidente del Comité Estatal tricolor, Jorge Estefan Chidiac —mi triple paisano: árabe; zapoteco y mexicano—, es hombre de palabra, pues le dijo a Fer que lo expulsaría y lo expulsó.
3. Otra ganancia notable es que con el defenestrado del tricolor se van miles de sus seguidores, que ahora con mayor causa lo seguirán en sus empresas políticas electorales, contribuyendo a purificar la lealtad de los que aún somos militantes tricolores.
3.1. Aquí aplicaremos como nuestra la tesis de Winston Churchill:
“Hay dos tipos de ratas: las que huyen del barco cuando se hunde y las que se hunden con el barco”.
3.2. El señor expulsado no se hundirá, llegado el tiempo con el PRI.
4. Para Fer, la expulsión lo acaudala:
a). Lo hace más confiable a los ojos del panismo duro, adquiriendo mayor respetabilidad política, pues alejado estará de los cuerpos masivos de marginados.
b). Ídem ante el panismo adoptado que puede verse desde varias ventanas ciudadanas.
c). Tendrá una plataforma más alta de categoría, donde oteará cómodamente una senaduría o una diputación federal o la alcaldía angelopolitana, pues atrás suyo están las bases partidarias tricolores ganadas con su esfuerzo como dirigente máximo de la dirigencia.
d). Ahí en sus nuevos océanos ideológicos, seguirá bogando en busca de puertos de mayores dimensiones para sus fines personales o grupales.
5. Aquí, como decía allá en la Chichigüas la Grande de la Mixteca Profunda Don Juvencio, El Sordo: “pa’ todos hay. Para unos poco, para casi todos nada”.
NUESTRA CASA
Alejandro Rivera Domínguez dice que ante la agresión trumpista debemos unirnos bajo la figura del Ejecutivo federal, pues él representa al gobierno mexicano, “no hay otro”.