El virtual candidato a la presidencia por la coalición PRI-Verde y Nueva Alianza, José Antonio Meade Kuribreña, llega a Puebla este sábado en momentos en que el grupo de Rafael Moreno Valle se encuentra debilitado, pero no aniquilado.
Meade necesitará en esta entidad por lo menos un millón de votos para no ser sacrificado como el presidente que no fue, y de ello dependerá de los priistas, pero también de los oficios de los operadores del ex gobernador, rivalizado con el PAN nacional y su carta para la elección, Ricardo Anaya Cortés.
Este sábado estará reunido con lo que queda en el territorio de las “fuerzas vivas” en el Centro de Convenciones, lo que le dejará ver que el partido político que lo postuló es otro diferente al que gobierna desde Los Pinos.
Disminuido, dividido y hasta confrontado entre sus liderazgos, la recuperación política parece tarea difícil, improbable.
Los votos que existen en este estado, junto a los que le pueda dar el Estado de México, Guanajuato y Veracruz le permitirían estar en condiciones reales de disputar el poder presidencial con probabilidades de victoria a sus adversarios, sobre todo Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés.
El tabasqueño aparece aún en primer lugar y el queretano como segundo; el ciudadano Meade sigue en tercero y deberá remontar esa condición adversa.
Para eso necesitará de la maquinaria priista de Puebla como hace por lo menos siete años estuvo, antes de ser echada del poder por un Moreno Valle que supo aprovechar el hartazgo de aquella coyuntura y los intereses de grupos de poder nacionales que vieron en este ex priista la oportunidad para llegar a Casa Puebla.
Este es otro momento, Moreno Valle quedó maltrecho después de su aventura para ser abanderado y existe una versión basada en evidencias, y que podría operar para hacer ganar al priista. Su pragmatismo lo hace evidente.
Nada de esa hipótesis se podrá comprobar hasta llegado el momento de las urnas con un abanderado ciudadano como Meade y sus adversarios, habidos de sacar al PRI del poder público.