En la era de la cuarta transformación aún hay espacio para debates fifí. Sobre todo si es el Instituto Nacional Electoral quien organiza los encuentros de candidatos a puertos de elección popular. O lo que es lo mismo: el que quiera azul celeste, que le cueste.

Es el caso de Puebla, en donde el Congreso del Estado con una clara mayoría legislativa del bloque Juntos Haremos Historia, se empeñó en pedir al INE atraer el proceso extraordinario tras el deceso de la gobernadora Martha Erika Alonso.

La democracia cuesta dinero a los erarios, pero en el caso poblano rebasa con mucho la probabilidad de ahorrar en mecanismos para la persuasión para el votante. A las pruebas.

Los números son fríos y no admiten réplica. El costo anunciado para el debate entre tres aspirantes —Luis Miguel Barbosa Huerta, de la Coalición Juntos Haremos Historia; Enrique Cárdenas Sánchez del PAN-PRD-MC; y Alberto Jiménez Merino—, el 19 de mayo tendrá un costo de 9.3 millones de pesos.

Y es que si los números no dejan espacio a la duda, también es cierto que las comparaciones son odiosas. Veamos: el debate entre cuatro candidatos a gobernador en junio del año pasado tuvo un costo de 1 millón de pesos.

Con una salvedad: el año pasado había cuatro contendientes, la panista Martha Erika Alonso Hidalgo; Luis Miguel Barbosa Huerta; Enrique Doger Guerrero; y Michel Chaín. 

El crecimiento de hasta 800 por ciento entre uno y otro evento despierta dudas y revive temores por lo que parece un gesto insensible ante la contundencia de la realidad imperante, pues el dinero en sectores productivos escasea.

El que veremos el próximo 19 de mayo —único— será transmitido por Puebla Comunicaciones y dos estaciones de TV adicionales, que no son las más frecuentadas por las audiencias locales.

En la elección concurrente del verano del año pasado el primero de los tres debates presidenciales tuvo un costo de 12 millones 600 mil pesos, para ver a cinco candidatos proponer, defender o atacar plataformas electorales propias o ajenas.

La superioridad numérica entre los contendientes y el monto del dinero invertido supera hasta por tres millones de pesos al de Puebla, sólo que en aquel participaron los independientes Margarita Zavala; Jaime Rodríguez; José Antonio Meade; Ricardo Anaya; y López Obrador, cinco en total.

Entre los conceptos básicos para un buen debate están el pago de edecanes, servicio de café, maquillaje, iluminación, servicio de internet, pago de salones, montaje de escenarios, unidad móvil, subestación de energía eléctrica, unidad móvil y servicio de microondas.

El presidente de la Comisión Temporal de Debates, Ciro Murayama debe a los poblanos una explicación puntual sobre el destino de ese dinero, antes de que venga a dejar aquí su prestigio, porque hasta ahora todo apunta a que el 19 de mayo veremos un debate rico para una Puebla pobre.