El represente de Morena en la Junta Local del INE, Juan Pablo Cortés Córdova emprendió contra la reportera Yazmín Curiel con una ‘denuncia’ ante el órgano electoral por utilizar su cuenta personal de Twitter.
Imposibilitado para entender que la defensa de su causa no puede pasar por encima de los derechos de los informadores profesionales que se dedican a consignar, el leguleyo morenista asumió papel de censor imprudente.
La reportera de Parabólica.MX, Yazmín Curiel, fue denunciada por el Movimiento Regeneración Nacional ante la supuesta publicación de material propagandístico del oponente de su candidato Enrique Cárdenas Sánchez.
Según versaba la denuncia por la vulneración de la veda electoral, la reportera de este medio e Intolerancia Diario, fue denunciada al señalar en su cuenta de Twitter la difusión de material de forma extemporánea por parte del propio Cárdenas Sánchez.
Yazmín Curiel denunció en su twitter que Enrique Cárdenas posteó de forma extemporánea una imagen y por lo cual violaría la veda.
Sin tener criterio en lo anterior, Morena y su representante Pablo Cortés incluyó a la periodista de Parabólica.MX en su denuncia contra Enrique Cárdenas por la publicación de propaganda electoral.
La denuncia en la que aparece el nombre de Yazmín Curiel, se suscribe en un contexto de persecución a reporteros de la fuente política por parte de los contendientes en esta carrera electoral.
Tal es el caso del reportero de 24 Horas Puebla, Mario Galeana, quien fue requerido por la autoridad para exponer sobre un tuit en el que hacía crónica de la campaña de Miguel Barbosa.
Pero además, convenenciero como la mayoría de la clase política -incluyendo a la del PRI y PAN-, suele filtrar a reporteros de la fuente para luego pedir bajar notas periodísticas incómodas que entrega a los informadores. El autor de la columna y el propio abogado sabemos de qué hablamos.
Es probable que Pablo Cortés no lo sepa por sus letras, pero lo que hace con la fuente es un atropello que cruza sin miramiento por encima del discurso de su candidato para reconciliar a los poblanos. Una buena medida para honrar esa palabra es comenzar por respetar el trabajo de los profesionales de los medios que no son comparsa, lacayos ni del ‘hampa periodística’.
