El amplio espectro de la empresa responsable de la edificación de la obra del arquitecto Toyoo Ito, de la que ahora se sabe no estaba diseñada exclusivamente para albergar la obra del arte barroco existente en otros sitios de exposición en Puebla alcanzó para una ramificación empresarial de la que ahora se discute en forma profusa entre el sector político y empresarial: Concesiones Integrales.

La clave para entender el entramado empresarial se llama Alberto Pérez-Jácome, de la dinastía de los Pérez-Jácome de Coatepec, Veracruz.

El ejecutivo de Hermes Infraestructura es al mismo tiempo director de la empresa que ostenta el título de concesión de la distribución y tratamiento de agua entubada para los usuarios de la capital del estado, así como del mantenimiento de las plantas responsables de sanear el líquido.

Pérez Jácome es un cabildero profesional. El 31 de noviembre estuvo en la casa de transición del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador pues la constructora que representa había obtenido los contratos para la construcción de una de las pistas de aterrizaje del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como el drenaje profundo.

Lo que sucedió ya es ampliamente sabido: el nuevo aeropuerto fue cancelado y ese consorcio empresarial e ICA vieron frustrado su intento de participar en la obra que sería el sello de la administración federal priista, notoriamente castigada por el voto popular hace un año.

Pérez Jácome y los socios accionistas debieron haber comenzado a perder el sueño ante la probabilidad de que los negocios en Puebla: los réditos cobrados por el Barroco, Concesiones Integrales y hasta las oficinas que ocupan en el moderno edificio de la Atlixcayotl se esfumen.

El director de la empresa que maneja la distribución del agua en Puebla es un convencido de la participación privada en el proceso de dotación de un líquido vital para la vida en la tierra.

En marzo de 2017 estuvo en Puebla para participar de la colocación de la primera piedra de una planta tratadora.

“El trabajo y el tiempo están dando la razón a la apertura de la iniciativa privada, la que inyecta recursos que no llegarían de otro lado”, dijo cuando aún no estaba en el panorama la posibilidad de que la alternancia en el poder sería una realidad y con ello, la posibilidad tangible de que el modelo de generación de riqueza para unos cuantos a partir del dinero y el poder sería historia.

No es un secreto que sobre el escritorio de trabajo del gobernador electo descansan los estudios y diagnóstico de la obra de infraestructura del régimen que se fue con el deceso de Rafael Moreno Valle el 24 de diciembre, lo que nunca figuró en el cálculo de Pérez Jácome, Juan Armando Hinojosa y hasta Hank Rhon.