La cohesión que mostró el Movimiento Regeneración Nacional en la víspera del proceso electoral de hace exactamente un año, cuando obtuvo un triunfo sin precedente en la historia electoral en México, comienza a agrietarse. Las divisiones están a la vista en el plano federal y local.

La entrevista realizada a Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, por la revista Proceso no deja lugar a dudas. El gabinete presidencial anda desunido, sin cohesión. Lleno de errores en el desempeño es el principal productor de hierros en el gabinete del hombre que se impuso a toda adversidad para ser presidente. 

En Puebla las cosas no están mejores. Las expresiones de misoginia, revanchismo y descalificación entre los legisladores de la bancada de Juntos Haremos Historia avizora un futuro de desencuentros y confrontación; en otros casos, la soberbia e ignorancia de arribistas como Nayeli Salvatori, ex locutora de radio y ahora diputada federal, son motivo de ira y sarcasmo. 

Eso lo huele la oposición al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ayer convocó a manifestaciones en Monterrey, Ciudad de México, Morelia, Tamaulipas, León, Durango, Irapuato, Celaya, Estado de México, Laguna, Chihuahua, Colima, Xalapa, Hermosillo, Acapulco, Tijuana, Querétaro, Aguascalientes, Playa del Carmen, Guadalajara, San Luis, Pachuca, San Miguel, San José del Cabo, Culiacán y Uruapan.

Bajo el hasthag #AMLOTraidorMX también hubo expresiones en Portland, Los Ángeles, Detroit, San Antonio, Grand Rapids, Miami, New York, San Diego, Washington y Santa Ana en Estados Unidos; expresiones de rechazo a las que se sumaron otras en Dusseldorf, en Alemania.

En la capital del país, que horas antes había visto marchar a más de 60 mil personas en la parada por el orgullo #LGBTTI del sábado previo, la mañana del domingo vio desfilar por la avenida Reforma a miles contra el gobierno de López Obrador.

En Puebla esa expresión callejera estuvo convocada por la derecha de viejo cuño que hoy tiene como como rostros visibles a Herberto Rodríguez Regordosa, hermano de Pablo el dirigente del Partido Acción Nacional a quien un sector de la comunidad empresarial y del panismo ubica como el prestanombres del difunto Rafael Moreno Valle en los negocios al margen de la construcción de Audi en San José Chiapa.

Rodríguez Regordosa es aspirante a la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial que esta noche de lunes define su futuro inmediato después del papel que junto a otros integrantes del sector conservador jugaron en la elección extraordinaria.

Nadie olvida el debate ciudadano organizado en la primera quincena de mayo con el impulso de Emilio Baños, rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Carlos Montiel, presidente en turno del CCE y Fernando Treviño, dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

El gobernador electo había dicho en calidad de aspirante que no asistía a ese encuentro en el que sí participaron Alberto Jiménez Merino, del PRI y Enrique Cárdenas, del PAN, por un contexto particular: los representantes del conservadurismo poblano habían sido lisonjeros en exceso con la difunta Martha Erika Alonso en la contienda política de 2018, lo que habían terminado de definir el rol de cada uno de ellos en la elección ordinaria de hace un año, y también en la de 2019.

Todos estos componentes deberán ser tomados en consideración en el arranque del nuevo gobierno de Luis Miguel Barbosa. En la lógica de la disputa por el poder los grupos antagónicos no tienen remanso ni pausa; un desempeño equívoco continuará alimentando expresiones como la del domingo previo para alimentar la percepción de que en el ejercicio de gobierno, la expectativa estuvo más alta que los resultados a la vista de la #4T (Cuarta Transformación).