La Secretaría de Educación Pública se ha convertido en un auténtico hoyo negro en las últimas administraciones. Lo que ha sucedido en la institución que más recursos públicos demanda ya está en la auditoria respectiva. Cuenta un saqueo exacerbado desde distintas oficinas y funcionarios medios. El nego parece estar a la vista, inocultable.

Difícil de entender el desconocimiento de quienes han sido secretarios del ramo. Omisión o colusión es la consigna. Por eso dos nombres ya flotan en el ámbito de los futuros colaboradores del gobernador electo, Luis Miguel Barbosa Huerta.

En el horizonte asoman dos en principio: Uno es magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Cruz Bermúdez; el otro opera desde la #4T: Darío Carmona García, el camaleón que fue capaz de operar para el ex gobernador prófugo, Mario Marín Torres y luego servir a la causa de Elba Esther Gordillo; en últimas fechas se le ha visto en la desértica oficina de Esteban Moctezuma, el flamante secretario de despacho con Andrés Manuel López Obrador.

La extensa maraña de intereses económicos y políticos, componendas todas, propiciada por enormes partidas presupuestales que cada ejercicio fiscal promedia los 36 mil millones de pesos supone retos inmediatos para la naciente administración que comenzará a ser gobierno en 15 días más.

Una revisión a los uniformes escolares que ya están en bodega para ser entregados en el inicio del ciclo escolar del 26 de agosto, según prevé el calendario oficial de la Secretaría de Educación Pública, elaborados por miembros de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, adolecen de los mismos defectos del pasado: zapatos de plástico y suela de cartón; pantalones de tallas enormes para los niños de primaria y secundaria y faldas de telas de pésima calidad para las niñas del sector público.

El equipo del gobernador electo a quien le corresponderá encabezar como gobernador constitucional el inicio del nuevo periodo de clases apenas 25 días después de haber protestado el cargo ya hizo la revisión de los paquetes escolares.

Nadie ha podido explicar la torpeza, omisión o maña que ha resultado de la contratación para la elaboración de los esperpentos que se pretenden entregar para estudiantes de nivel básico. Los números no salen y la bolita, arrojada de mano en mano.

Hace dos meses, como candidato, Barbosa Huerta no sólo dijo que se seguiría con la medida de entregar uniformes y calzado para niños de familias sin recursos y además, que se terminaría con la corrupción.

Les puedo asegurar que acabaré con la corrupción e irregularidades que se tuvo en gobiernos pasados para la compra de los zapatos y los uniformes”, dijo el candidato de los partidos Morena-PT-Verde Ecologista.

En la administración del fallecido Rafael Moreno Valle se dijo que se había llegado a invertir 213 millones de pesos para la entrega de uniformes para 1 millón 80 mil alumnos; en la de Antonio Gali 216 millones y en calzado 123 millones. Las cifras no son muy consistentes.

La pregunta es si ante la proximidad del arranque del nuevo ciclo escolar la administración que está por comenzar y que fincó sobre el combate y condena a la corrupción su principal línea discursiva tendrá tiempo suficiente para devolver los uniformes escolares convertidos en trapos y pifias para tener prendas dignas para más de un millón de alumnos por comenzar su preparación académica.

  • En el sótano...

1- Guillermo Pacheco Pulido, el sobrio. Primer y último Informe de labores de un gobernador que buscó ante todo la reconciliación de un estado convulso que heredó del pasado. Sensato y sin grandilocuencias, el gobernador interino podrá ir a casa con la seguridad de haber puesto oficio y pasión para entregar la casa en orden.

2.- La febril especulación en torno a Claudia Rivera Vivanco. La semana que cerró con el viernes 12 estuvo llena mitología urbana en torno al estado de salud de la presidenta municipal, primera mujer en llegar al gobierno de la ciudad bajo las siglas de Morena.

Primero que la primera regidora se encuentra embarazada y hubo hasta quien pudo ver un cambio en la mirada de la mujer que despacha en el palacio municipal. Segunda, que ante el estado de gravidez, solicitaría licencia para atender esa condición y que una vez ausente se haría un enroque en Seguridad Pública Municipal: Lourdes Rosales por Manuel Alonso.

3.- Ni una ni otra. Rivera Vivanco tuvo un descuido dietético que propició subir de talla; del eventual cambio en el gabinete de Seguridad Municipal, saben que tiene un origen y un destinatario. Manuel Alonso tan inquieto para promoverse no está contemplado en la #4T.