Aunque ya habían sido anunciadas por el gobernador, las Jornadas de Atención Ciudadana que arrancaron este martes en Casa Aguayo sorprendieron. La participación de los poblanos no se hizo esperar y confirmaron que peticiones y sugerencias para la administración, hay por millares.

El proyecto de “abrir” y “ciudadanizar” el gobierno es más que aplaudible, sobre todo después de padecer una administración autoritaria y cerrada como la de Rafael Moreno Valle; sin embargo el riesgo para el barbosismo por esta apuesta es grande.

En estas audiencias, como usted se imaginará, al gobernador le solicitarán desde apoyos para el campo hasta gestiones para ser atendidos en alguna clínica del IMSS, la creación de obras de infraestructura básica, unas placas de taxi, un novio para la solterona de la casa y todo lo que se le ocurra. Cada semana, el gobernador recibirá cartas y cartas, similares a las que los niños escriben a los Reyes Magos.

Y claro, el problema no es recibirlas, la verdadera complicación inicia precisamente con la distribución de esas peticiones, porque aunque se le diga a la ciudadanía que sólo se están recolectando datos, lo cierto es que todos los que asistan desearán que su solicitud sea cumplida. La expectativa entonces, es alta, altísima.

Hay que ser claros, no será posible cumplir con todas las peticiones realizadas y no por falta de voluntad política, que esa, quedó claro que existe. El caso es que algunas de las cosas enlistadas en esas cartas a los Reyes Magos no son competencia del gobierno estatal; por ejemplo, el tema de la infraestructura básica para llevar agua potable o energía eléctrica a diversas comunidades compete, principalmente, a los presidentes municipales.

Atender temas relacionados con la venta de drogas así como algunos otros delitos, es competencia de la federación; solucionar casos legales que en ocasiones llevan años de litigios, es un asunto que tampoco estará en la cancha de la administración estatal.

A todo ello añádale que el presupuesto de este y los siguientes años para Puebla tienen un límite y si bien Miguel Barbosa y su equipo conocen perfectamente cómo gestionar y bajar recursos adicionales desde la federación, lo cierto es que ninguna cartera alcanzará para solucionar las carencias del quinto estado más pobre del país, como lo reveló esta semana el Coneval.

La falta de respuestas satisfactorias sin duda expone al gobernador a protestas, de ahí la importancia de canalizar correctamente las peticiones y que se deje en claro cuáles sí son viables de manera inmediata, cuáles podrían serlo a mediano plazo y cuáles definitivamente no serán resueltas.

Me queda claro que voluntad política existe en el nuevo gobernador y también reconozco su capacidad gestora, considero que el proyecto de acercar a los secretarios con los ciudadanos sea un punto muy valioso para el arranque de este nuevo gobierno. Y hay también que subrayar el valor de apostar por una apertura de tanto riesgo.

Ahora habrá que ver cuántos de los secretarios del gabinete barbosista, tienen la capacidad de seguir el ritmo de su jefe y dar los resultados que él espera de cada uno de ellos.

Veremos y diremos.