Mientras el país parece arder por los hechos ocurridos en Culiacán, tras la liberación del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y la polémica decisión del gobierno federal, en el escenario local las cosas también van rumbo a una nueva convulsión política.

El contexto general permite anticipar un futuro incierto que envuelve a quienes formaron parte de una clase política surgida al amparo del morenovallismo por el presunto abuso del poder, el uso del dinero público como patrimonio personal y los negocios desde la esfera política.

Una larga lista de establecimientos comerciales en la zona metropolitana que van desde restaurantes, bares, antros, cervecerías, hoteles y plazas comerciales con nombre, razón social y representantes legales están en los trabajos de investigación de diversas instancias.

Hay dinero del presupuesto federal y estatal reportado como ejercido sin que exista una sola obra para reparación de caminos presuntamente afectados por periodos de lluvias en temporadas del año en las que las precipitaciones no caen ni con rituales ancestrales, por ejemplo.

Yerros tan evidentes como el de gestionar recursos para reparación de infraestructura afectada por temporales hechos por funcionarios del pasado sin el debido conocimiento estacional del año ponen aún más en evidencia la operación poco cuidadosa para evitar dejar rastros.

Por eso no es casual que el jueves de la semana pasada el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo haya ingresado a las 19:00 horas a la oficina de Miguel Barbosa en Casa Aguayo, fuera de agenda y sin testigos.

Al funcionario federal y el gobernador de Puebla los une una entrañable amistad desde los tiempos en que Barbosa era el coordinador de la bancada senatorial del Partido de la Revolución Democrática, luego presidente del Senado y más tarde, como candidato.

En 2018 fue Nieto Castillo quien asesoró en material jurídica a quien fue candidato de la coalición Juntos Haremos Historia en Puebla, que dio como resultado el peor episodio de división social, polarización y una crisis post electoral que terminó con un polémico litigio en tribunales federales.

La visita Santiago Nieto ocurrió luego de haber participado en el foro regional La importancia del federalismo en la justicia electoral. En ese contexto soltó la bomba mediática que encendió señales de alarma: dos ex funcionarios en el periodo del extinto Rafael Moreno Valle y la deuda están siendo investigados.

Además del congelamiento de cuentas que suman 900 millones de pesos de gente que estuvo involucrada en el redituable negocio del sexenio morenovallista: el robo de hidrocarburos que dio fama a Puebla en el mapa delincuencial con el huachicol.

No fue gratuito que Barbosa Huerta haya dicho en una rueda de prensa que “hay mucha carnita ahí... grasita, hueso” cuando se le consultó sobre el exhorto del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro Medinilla para que sea la Fiscalía General del Estado investigue a los periodos de gobierno del pasado reciente.

La temporada de caza está por comenzar en los próximos días. El estado de cosas así parecen sugerirlo, las señales apuntan en ese sentido y es esa la razón por la cual hay alarma e insomnio en unos; e intensa rumorología en círculos políticos y empresariales que conocieron de los mecanismos de operación política y financiera en el pretérito.

Falta ver de quién será la cabeza que el régimen de la Cuarta Transformación exhiba en la plaza pública. La maquinaria está en marcha.