El golpeteo político en contra de Juan Carlos Díaz Carranza, aspirante a ocupar la Auditoría Superior del Estado encendió focos amarillos en el entorno del ex titular de Hacienda con Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray Caso.

La secretaria particular del hombre fuerte del peñismo y protector oficioso del extinto Rafael Moreno, Yolanda Martínez López buscó, desde donde se encontraba en septiembre pasado, los orígenes de los dardos envenenados en contra de uno de los suyos.

Díaz Carranza, quien tiene puentes de comunicación en la oficina de David Colmenares, titular de la Auditoría Superior de la Federación, terminó por enseñar que también posee dotes para filtrar en los medios poblanos en su beneficio en la recta final de la decisión para nombrar a quien ocupará la vacante dejada por David Villanueva.

El dato no es menor pues se trata del candidato de un grupo político en el que se mueven intereses de una envergadura exactamente proporcional a los que acumularon quienes protegieron a miembros integrantes del grupo político que se desintegró con el fallecimiento de Rafael Moreno Valle, el 24 de diciembre

Cuando la columna de Fermín Alejandro en La Jornada de Oriente encontró el vínculo entre el candidato a auditor y Luis Videgaray, Yolanda Martínez López estaba en comisión de trabajo en Nueva York desde donde quiso encontrar los orígenes de la publicación.

Esa fue la primera señal de que las cosas en el Congreso de Puebla podrían descarrilarse, y con ello, también el plan trazado con antelación.

La sola idea de hurgar en el pasado reciente para encontrar a través de técnica contable las formas en las que se manejaron cuantiosos recursos públicos, muchos de los cuales beneficiaron al grupo de ‘los tolucos’ meten ruido innecesario.

La ex secretaria particular de Videgaray es en la actualidad titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano en el gobierno de Oaxaca, en donde curiosamente el aspirante a auditor en Puebla es notario público.

El Congreso de Puebla deberá determinar en los próximos días si es pertinente elegir a uno de los halcones del grupo de Videgaray, el también ex Canciller en un sexenio marcado por la opacidad y la corrupción.