Los homicidios dolosos, feminicidios y asaltos al transporte público continúan imparables. Sólo este jueves, antes de las 11 de la mañana, los usuarios ya habían reportado al menos cuatro atracos a diferentes rutas. El feminicidio setenta y tantos se consumó en la Central de Abasto y para las 18 horas, la noticia de los dos ejecutados en Periférico era tendencia.

Pero no sólo se trató de un jueves sangriento, antes la contraportada de Intolerancia Diario tituló “Miércoles rojo, hallan tres bolsas con restos humanos en hechos distintos”; en ese día también se registraron robos a cuentahabientes y de autopartes; además de otro feminicidio.

Ante esta falta de gobernabilidad uno se pregunta por qué las estrategias aplicadas no están dando los resultados deseados y peor aún, por qué no se han realizado los ajustes necesarios para cumplir con el reclamo social más inmediato: la inseguridad.

Pareciera que para los titulares, directores y operativos de la Fiscalía General, de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y de las dependencias municipales; aquella frase del gobernador Miguel Barbosa, asegurando que el Estado estaba a prueba, no representa ninguna orden.

La Fiscalía sigue cometiendo errores y omisiones que literalmente le cuestan la vida a las víctimas. Los delincuentes lo mismo se escapan de los agentes, que terminan por ser liberados ante la incapacidad de la dependencia para integrar adecuadamente las Carpetas de Investigación.

Las policías municipales se encuentran más ocupadas en andar infraccionando, inventando presuntas violaciones a las leyes de tránsito o extorsionando cínicamente a los conductores; que en realizar acciones de prevención del delito.

A nivel estatal, las cosas tampoco son muy distintas, delitos del fuero común y del federal continúan a la alza en Puebla y no se observan estrategias que permitan pensar que el panorama mejorará en los próximos días.

En medio de este escenario violento arrancó anoche el sistema nocturno de transporte público que si bien resulta un proyecto interesante por permitir la movilidad de los ciudadanos a precios mucho más razonables que los que se pagan en taxis, lo cierto es que la seguridad será el mayor reto de la iniciativa.

La colocación de botones de pánico y de cámaras, brinda cierta seguridad a los pasajeros durante el viaje, esperemos que en las paradas y terminales exista la iluminación y seguridad necesaria para que quienes usen este sistema de transporte logren llegar a sus destinos sin contratiempos.     

Psicosis en Solesta

La ola de violencia ha impactado fuertemente en “la percepción”, tanto así que mientras se realizaba el acto protocolario para el arranque del Operativo de Seguridad del Buen Fin, en las redes sociales, principalmente en Whats App, comenzaron a circular mensajes preguntando qué había pasado en la Plaza Solesta.

Como ocurre en estos casos no faltó quien aseguró que se trataba de un asalto, otros más imaginaron un secuestro y hubo hasta quien afirmó que instantes antes habría ocurrido una balacera dentro del Centro Comercial.

Todas las versiones fueron falsas, pero la psicosis ya es tal que ante la presencia de uniformados, ambulancias, patrullas y sirenas; los poblanos imaginamos los peores escenarios.