La colocación de los controvertidos bolardos en la ciudad de Puebla, ha generado el desgarramiento masivo de vestiduras.
Pero sobre todo de vestiduras de lujo.
De esos quienes no se bajan de los autos, ni para ir a la esquina.
Entre los quejosos, destacan los panistas.
Desde regidores, dirigentes y hasta diputados, se aferran a cualquier situación para atacar a la actual administración, con tal de sacar provecho, aunque es muy temprano, tienen los ataques objetivos electorales.
Léase Genoveva Huerta, Enrique Guevara u Oswaldo Jiménez, entre otros.
Lo nada raro es que su memoria sea tan corta.
El que inició este proceso de movilidad fue el ex alcalde Luis Banck Serrato.
En este mismo espacio a mediados de noviembre de 2018, un mes después de su salida, documentamos que el ya ex edil se había gastado 7 millones 360 mil pesos en el proyecto.
Incluso lanzamos la pregunta de cuántos baches o cuántas calles se pudieron relaminar con dicha cantidad.
En lugar de bolardos, empezó el proyecto de las llamadas “Orejas”, impulsadas por la entonces secretaria de Movilidad del Ayuntamiento, Mariana Navarrete Little.
Mediante la solicitud de información 1173118, supimos aunque que se aplicó en unas cuantas calles, no dejó de ser millonaria la inversión de los últimos días de Banck.
Se colocaron orejas en la 7 Sur de la 31 a la 43 Poniente, así como en 9 Sur de 31 Poniente a 9 A Sur y en Avenida Nacional de 9 Sur a avenida Margaritas.
La construcción corrió a cargo de Corporativo G3.
Lo dijimos en su momento, al igual que en el caso de los bolardos, que lo bueno de este proyecto, es que se busque beneficiar al peatón.
Lo malo es que se hizo en calles de poco tránsito peatonal, lo que resultó raro.
Desde entonces, la 9 Sur desde Boulevard Valsequillo por la colonia Prados Agua Azul, se convirtieron en un cuello de botella y con caos vehicular en horas pico, sobre todo.
En tanto, el carril desaparecido se convirtió en zona de estacionamiento en extrema derecha.
Y es que no se pensó entonces en los bolardos para evitarlo.
Pero entonces nadie se tiró el piso, nadie hizo campaña, nadie crucificó a nadie.
Ahora de todo eso, nadie se acuerda o sufren amnesia, sobre todo los automovilistas y panistas.
Y es que el autor, era su cuate ¿será?