Fueron suficientes unas horas para que el círculo compacto que rodea de la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, terminara por colocarla en la más incómoda de las posiciones.

La exhibió como cabeza de un grupo inoperante pero plagado de torpeza en la ejecución en momentos de crisis, incapaz siquiera de hacer un control de daños adecuado a partir del estudio real de escenarios de riesgo en el que abunda más la emoción que la razón.

El sábado pasado que Parabólica.mx publicó la renuncia a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de María de Lourdes Rosales, hubo silencio total y un vacío que pronto se llenó como ocurre en episodios análogos, con otras versiones.

Así transcurrieron 48 horas hasta que el lunes por la tarde vino un torpe desmentido con una línea argumentativa inconexa, sin una lógica elemental en la que se mezcló a medios, actores políticos y servidores públicos.

Pero ofreció además una veta adicional: la amenaza velada en contra de la tarea informativa. ‘Todas las versiones respecto de movimientos (la renuncia) basadas en trascendidos informativos son infundadas (...) el Gobierno Municipal exhorta a los actores políticos a conducirse con responsabilidad y respetar el marco legal’.

Tan preocupados están por la existencia en Seguridad Pública Estatal de actores que transitaron en la era del dictador Rafael Moreno Valle como Ardelio Vargas, que terminaron por convertirse en un símil pequeño de los afanes de persecución de la era del panista difunto.

A la definición de inoperantes, torpes, emocionales e intolerantes al ejercicio de los medios, habrá que añadir otro para quienes integran este grupo comandado por René Sánchez Galindo, secretario de Gobernación, Javier Palou García, coordinador de la Presidencia y Andrés García Viveros coordinador de Proyectos Estratégicos: mentirosos.

No estaba fresca aún la nota del desmentido sobre la “no renuncia” sobre la “si renuncia” de la funcionaria María de Lourdes Rosales Martínez a la seguridad del municipio cuando llegó a las manos del autor de la columna el documento que la tarde del lunes se había negado con vehemencia y que según el criterio oficial, había violentado el “marco legal”.

 

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Fue como haberse agarrado los dedos con la puerta de la realidad absoluta y sin dobleces. La mentira oficiosa no había durado ni dos horas.

Aún en medio de la vorágine propiciada en la opinión pública por la revelación de la existencia de la renuncia a la que además se le añadió carácter de ‘irrevocable’, como este columnista anticipó, la edil colocó un tuit en donde presume una reunión el titular de la Política de Estrategias para la Construcción de la Paz en donde se hace acompañar de Sánchez Galindo y Javier Palou.

No hay duda, los equiperos de presidenta municipal no entendieron nada las dificultades de gobernar. Ni siquiera pudieron hacerlo en los tiempos de la paz al inicio de la gestión, que fue un día de campo. Lo que viene será de pronóstico reservado, y propiciado por ellos, adictos a los sueños de opio.