Los contagios de COVID- 19 o Coronavirus que se han dado en la mixteca poblana han sido como consecuencia, primero de la falta de medidas de prevención en la frontera de Estados Unidos con México, posteriormente por las tradiciones de quiénes radical en Estados Unidos y sabedores de que están contagiados se han llegado a morir en hospitales donde su última salida es en una urna de madera o metal, han decidido regresar a sus hogares enfermos y sin avisar a nadie.

Sucedió en Chila de la Sal, un hombre que radicaba en algún punto de los Estados Unidos, al sentirse contagiado por esta enfermedad, decidió, sabedor de que podría morir de un momento a otro, regresar a su pueblo natal y esperar lo que tuviera que pasar, sólo que no pudo hacerlo por avión porque las medidas de seguridad fueron muy extremas.

Entonces este hombre cruzó la frontera caminando y llegó hacia México posteriormente a Puebla y terminó en Chila de la Sal.

Durante este trayecto abordo transportes urbanos, colectivos y taxis, incluso estuvo paseando en la zona de Izúcar de Matamoros y en otras poblaciones para despedirse de sus amigos y parientes hasta que enfermo.

El primer hospital donde fue trasladado fue el de Izúcar de Matamoros y posteriormente al de Cholula donde finalmente falleció.

Quienes conocieron de la travesía esta víctima de COVID- 19, saben que por lo menos infectó a 8 personas que forman parte de su círculo personal familiar, pero desconocen cuáles fueron los vehículos de alquiler que abordo para visitar a parientes y amigos y qué tipo de transportes urbanos utilizó.

De esta forma ha sido cómo han ocurrido muchos contagios en poblaciones y municipios de la Mixteca Poblana, provocados por la llegada de enfermos de coronavirus, que se negaron a morir en hospitales de Estados Unidos y llegaron a sus tierras de origen, pero sin advertir a nadie que estaban contagiados, hasta que terminaron hospitalizados.

Esto ha sido consecuencia de que muchos pueblos de esta región del sur del Estado los habitantes hayan decidido colocar sus propios retenes para impedir la llegada de paisanos infectados a través de viajes de autobuses urbanos, de vehículos particulares y de taxis.

Por esta forma de contagio es que en la región sur ya hay más víctimas de la pandemia y van a seguir en aumento por qué existen municipios cómo Chila de la Sal, que no cuentan con recursos suficientes para pagar empresas que saniticen las calles, ni siquiera para entregarles a sus habitantes cubrebocas desinfectantes e incluso cloro.

Lo único que han tomado como medida es pedirles que no salgan de sus casas. Son estas zonas donde existe el temor de que los próximos días aumente el número de contagios.

Que por las mismas distancias entre pueblo y pueblo tarde tiempo en conocerse qué les está ocurriendo sobre todo porque ya se está limitando el transporte para poder acceder a las mismas. Nos vemos cuando nos veamos.