Encuentros recientes con autoridades y ganaderos de los municipios de Tulcingo de Valle, Chinantla, Axutla, Tlapanalá, Coatzingo y Huehuetlán el Grande enclavados en la Mixteca Poblana, indican que la falta de alimentos y agua para el ganado son los problemas más críticos de la región en este sentido. La alimentación representa dos terceras partes de los costos de producción de bovinos, ovinos y caprinos.

Las políticas públicas no consideran apoyos básicos a la ganadería porque los recursos, escasos, son prioritariamente destinados a la producción de granos básicos. Pero también, la falta de servicios técnicos y el corto periodo de lluvias en la región han dificultado el establecimiento de praderas y cultivos forrajeros.

El pastoreo libre de ganado ha sido una práctica tradicional en las Mixtecas desde la época colonial. Con el tiempo se ha provocado un notorio deterioro de la vegetación, erosión del suelo y pérdida de acuíferos. La disponibilidad de forrajes se ha disminuido. Los conflictos entre comunidades van en aumento por el pastoreo de residuos agrícolas y áreas naturales en los montes.

Esto explica la baja productividad de la ganadería que se observa con producciones de carne de 60 kilogramos por hectárea al año y de leche de 500 litros por vaca al año, cuando lo deseable sería de 300 a 600 kilogramos y de mil 200 a 2 mil 500 litros, respectivamente. El primer parto de las vacas ocurre a los 36 meses y el porcentaje de pariciones no es mayor a 50 por ciento, cuando estos deben ser de 24 meses y de 75 a 90 por ciento, según diversos estudios y experiencias conocidas.

Esta realidad es una constante en toda la región de las Mixtecas, que abarca 260 municipios de los estados de Puebla, Guerrero, Oaxaca y Morelos; una superficie de 40 mil kilómetros cuadrados en donde viven  2.5 millones de personas con bajos niveles de escolaridad y altos de analfabetismo.

Las principales actividades económicas de esta región son la agricultura, ganadería, aprovechamiento de minerales y artesanías. El 78% de la población realiza actividades agropecuarias de subsistencia. Es una región marginada del país con bajo crecimiento económico.

El 60 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) de las Mixtecas, emigra por falta de fuentes de empleo, servicios y vivienda digna. Otros más, son jornaleros agrícolas en el territorio nacional para la cosecha. La economía regional tiene alta dependencia de las remesas norteamericanas. Sólo en Puebla estas ascienden a más de 2 mil millones de dólares anuales.

La pandemia del COVID19 nos obliga a hacer esfuerzos adicionales para reactivar la economía que hoy ya está muy deteriorada. La innovación y la implementación de  políticas públicas son fundamentales para mejorar la productividad, uno de los mayores problemas del sector agroalimentario.

Para atender las necesidades de forrajes de los ganaderos, el Centro de Innovaciones Agroalimentarias y Tecnológicas (CIAT) México ha propuesto la Siembra y Trasplante de praderas para mejorar la alimentación del ganado. Además  de apoyar el abasto de agua, la infraestructura de manejo y el mejoramiento genético.

Adoptar praderas permitirá bajar costos, mejorar la alimentación del ganado e incrementar los parámetros productivos de la actividad pecuaria. Facilita el manejo de los animales y disminuye el pastoreo en los montes. También beneficia directamente a la fauna silvestre al tener alimento y refugio. Otros impactos son la reducción de la erosión del suelo, mejora la infiltración y  conservación del agua y, mayores ingresos para los ganaderos.

Los ciclos del campo son muy precisos, si se pierden se pierde el año. La siembra de las praderas con semilla debe hacerse en los meses de mayo y junio, aún en seco y con las primeras lluvias. Para ayudar a los productores, hemos tomado la decisión de reducir la cantidad de semilla por hectárea que tradicionalmente se ha recomendado por los proveedores, ya una vez lo hicimos con el sorgo en la mixteca poblana.

La actividad agropecuaria, ante la falta de asistencia técnica, aplica insumos demás y sin ninguna regulación gubernamental en los precios. La capacitación y el acompañamiento técnico son indispensables en cualquier proyecto de fomento productivo.

Otra opción de establecimiento de praderas que en CIAT México ponemos a disposición de los ganaderos, es el trasplante. Este tiene como propósito adelantar los ciclos de cultivo y aprovechar la humedad desde la primera lluvia estableciendo plántulas de 25 a 30 días de desarrollo en charolas. El periodo de trasplante puede hacerse en  junio y julio.

Especies como el Pasto Mavuno Brachiaria híbrida, Mombasa Panicum maximun, Pasto Insurgente Brachiaria brizantha, Pasto Buffel Cenchrus ciliaris, Conchita Azul Clitoria ternatea y Maralfalfa Pennisetun sp están disponibles para impulsar un gran desarrollo forrajero en las Mixtecas y tener una mejor ganadería.