¿Qué alguien explique?, el fiscal general del estado, Gilberto Higuera Bernal, consideró necesario pedir la renuncia de Leonardo Pacheco Ruiz, director de Inventarios, de la Fiscalía General del Estado, tras considerar que desde la administración de Blanca Laura Villeda Martínez, como titular de la Procuraduría General de Justicia, durante la administración de Mario Marín Torres como gobernador de Puebla, no ha sido cambiado de cargo y esto le ha significado convertirse en uno de los personajes con más poder económico de la institución, como consecuencia de negocios por debajo del agua.

El fiscal ordenó de manera tajante al oficial mayor de la institución, qué llamara a las oficinas a Pacheco Ruiz y le pidiera su renuncia con carácter irrevocable, pero en lugar de esto, como son buenos amigos, le dijo que se ocultara en su domicilio y que desde ahí siguiera en su cargo, en espera a que se le olvidara la orden a su patrón.

En una entrega pasada le comenté que Leonardo Pacheco Ruiz, está a cargo del mantenimiento y remodelación de todas las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, lo que le ha generado múltiples y jugosas ganancias de los proveedores a quienes les proporcionó y proporciona ventajosos contratos que le dejan sus cuantiosas comisiones.

A través de Víctor Adrián, quién es uno de sus subordinados, se encarga de recibir y firmar documentación, de adquisiciones y negocitos en espera de que se olvide que ya le pidieron la renuncia, mientras que su amigo el oficial mayor, se encarga de cubrirle la espalda.

El cambio de gobierno a la Cuarta Transformación le llegó como anillo al dedo, no solo siguió a cargo del mantenimiento de los inmuebles de la FGR, además de designar a los proveedores de servicios, sino que también le dieron la redituable tarea de asignar vehículos nuevos o cambio de unidades, lo que además de generarle otras ganancias económicas, también le genera lazos políticos

El lavado del dinero

Por cierto, con las múltiples ganancias que el servidor público ha obtenido a costa del poder político, se compró dos locales en la 11 Norte, marcados con los números 4408 y 4408-A, que le renta a personajes dedicados al robo de autopartes y a la extorsión, que se encuentran bajo investigación de la secretaría de Seguridad Pública del Estado.

En el segundo piso de uno de estos locales montó unas oficinas que en un tiempo sirvieron para apoyo de perifoneo de las actividades de Rafael Moreno Valle cuando era gobernador de Puebla.

Quienes conocen de la trayectoria de nuestro personaje, se preguntan ¿qué fue lo que hizo con muebles de las instalaciones de los edificios Bicentenario y Tlaxcala, donde se encontraban oficinas la entonces Procuraduría General de Justicia, que tuvieron que ser desalojadas y desmanteladas, donde se encontraban cuantiosos equipos de transformadores de luz, además de clima?

Y otra pregunta ¿Qué hizo con las tuberías de cobre y otros implementos que quedaron tras ser derruido el edificio de la 31 Oriente y Bulevar 5 de Mayo, donde ahora está edificada la Fiscalía General del Estado?

Luego le comento.

Y finalmente qué fue lo que pasó, ¿pudo más que el director de inventarios, tenga una cartera de amigos masones?, o que su amigo, el oficial mayor, ¿está en plena rebeldía contra el fiscal general?

Quienes envían la queja de manera anónima, consideran que todas estas son sólo preguntas.

Nos vemos cuando nos veamos.