El desconocimiento de la técnica legislativa o acción deliberada de parte del presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, Arturo de Rosas, propició que Ana Laura Altamirano, la titular de velar por el desarrollo del campo, evitara cuestionamientos más propios de una relación institucional entre legislativo y ejecutivo este miércoles, opacada además por el sismo de 7.5 grados.

Después de ese apoyo involuntario o plenamente deliberado Altamirano ya no debió responder preguntas frente a integrantes de esa instancia legislativa en momentos complejos, sobre todo, derivados de la crisis sanitaria por la pandemia.

Uno de las políticas públicas para paliar el periodo derivado del Covid-19, por ejemplo, es el programa de apoyo alimentario con la entrega de despensas que ronda las 500 mil en todo el estado, bajo el esquema Puebla Contigo que Altamirano parece haber dejado en manos de ediles y delegados afines al grupo en el poder, incluso a contra corriente de las instrucciones de su jefe, el gobernador Luis Miguel Barbosa.

El mandatario ha reiterado la pulcritud en la entrega de los paquetes alimentarios, sin ningún sesgo o rasgo clientelar, que sin embargo, es interpretado según el criterio de quien es encargado de llevar esos paquetes a los más necesitados.

Si la mecánica operativa en el programa Puebla Contigo establece entregar un informe semanal, nadie ha podido explicar la razón por la que no existe un solo documento que establezca alcances y una lista de beneficiarios en todo el territorio.

El relajamiento de esta medida, normada en la Comisión Intersecretarial de Apoyo a los Afectados por la Pandemia en la que la titular de Desarrollo Rural es Secretaria Ejecutiva, también se ve reflejada en la permanente aglomeración de mujeres y hombres que llegan del interior a las oficinas de la 26 Norte y 22 Oriente, sin observar la sana distancia o portación de cubre bocas, en el peor momento de la pandemia.

En la Secretaría de Desarrollo Rural, frente a los tres casos de Covid-19, según confió  personal de apoyo al autor de la columna, la conducta ha sido casi idéntica a lo sucedido en la delegación federal del ISSSTE, en donde también se registran tres casos: la negación.

Varias fueron las preguntas que se quedaron en el tintero de los legisladores, como Raymundo Atanacio, interrumpido por Uruviel González, bajo el argumento de tener que atender otro compromiso legislativo.

De Rosas decidió dar por terminada la sesión, cuando lo que se había previsto era un receso que nunca tendría seguimiento porque además, llegó el sismo.

Altamirano debió haber respirado profundo luego de habérsele alineado los astros y salir bien librada de la encerrona virtual con la comisión de su aliado, el legislador Arturo de Rosas.