¡Y, volveremos! Los Sanfermines que por este año han pasado con lo más simple de las manifestaciones de cariño y profunda fe al Santo Patrono de los navarros; simples festejos a la mesa con chistorras y vino y mucha tristeza en el ánimo de los aficionados.  Un 7 de julio que se va sin nada que anotar en la libreta de apuntes del inolvidable “Papá Ernest”. El mismo escritor en su magna obra – publicada inicialmente como “The Sun Also Rises” - “Fiesta” nos define el término “Aficionado”, significa – dice -  pasión. Un aficionado es alguien que siente pasión por las corridas de toros y todo lo relacionado con la fiesta. En voz de su personaje, su propio Alter Ego, Jack Barnes se explaya; “siempre se mostraban muy corteses como si les divirtiera que un norteamericano como yo se creyera un aficionado… preferían el contacto físico, como si quisieran establecer ese roce para tener la certeza de que la afición era real”. Y, ya antes de Hemingway, de los Sanfermines se escribían historias. Aquí está foto con  el relato del bisabuelo de Daniel Ramírez García Méndez., escribe de “los mozos de su tierra”,  en su caída durante el encierro, año de 1922.

 

En la céntrica y larguísima calle de Estafeta en Pamplona, donde año con año se ven aglomeraciones de corredores, toros, cabestros, pastores, gente y botellas de cerveza y vino, ahí luce el celebérrimo reloj digital que por 365 días, constantemente señala marcha atrás el tiempo faltante para el 7 de julio a las 8.00 a.m. Y este pasado 2 de julio se le ve marcar mucho más de 365 días. Tal parece decir y así lo leemos: “Hasta pronto…” y a San Fermín rezamos, que pronto todo se resuelva.

En estos días de abstinencia taurina y en absoluto, de todo; el lograr mantenerse en la cumbre de nuestro escalafón de Matadores de Toros, es todo digno de encomio tal ha sido el logro del capitalino José Mauricio Morett, con 12 Festejos toreados en lo que va de este triste y amargo año. José Mau, ha logrado gracias a la atención que tanto emana de su buen gusto y finura al torear mantenerse en el Top, muy por arriba de los demás torianderos de por este lado del tauro planeta. Enemigo es del vestir perdulario. El receso en la cantidad de festejos ha permitido al Matador a más de mantenerse en activo, lograr una buena recuperación toreando y entrenando en el campo,

Otro joven torero que recorriendo cientos de kilómetros de nuestro territorio ha continuado su ardua preparación toreando en las casas de toros bravos es Arturo Gilio hijo. De la celebérrima “La Punta”, pasando por “La “Concepción”, “San Constantino”, “La “Concha”, y donde “Pablo Moreno” y desde luego en casa, bregando y creando faenas con estructura, ahí en “Arturo Gilio”; resaltado en este comentario junto a lo hecho de recorrer grandes distancias; el lidiar Toros con edad, trapío y mucho tonelaje de los que se han quedado en las ganaderías al no poder ser lidiados en Plazas, y Arturo bien les ha salido. Ese es un actuar en contra de la muy errónea actitud que hasta el ABC comenta en un tauro editorial: “La dura situación de mandar toros al matadero como única salida”. Ese proceder no va, cuando hay chavales que ¡Sí echan pa’ lante!

Muy a propósito contra los agoreros que dicen, ven el fin de la fiesta, va la despedida con sabias palabras del poeta Antonio Machado: “Es propio de aquellas mentes estrechas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza”.