El fuero ese manto protector que en los últimos años los diputados y gobernadores de Puebla utilizaban para protegerse al violar la ley, por fin fue eliminado.
Ayer, con una votación que tuvo algunas complicaciones técnicas, en parte por el home office, los diputados de Puebla aprobaron una iniciativa con la cual los legisladores, el auditor, los magistrados y hasta el gobernador, deberán rendir cuentas en caso de que se les señale por cometer algún abuso o presunto delito.
El tema era prioritario para el gobernador Miguel Barbosa, así lo dejó de manifiesto cuando solicitó al Poder Legislativo que consideraran un voto a favor para, acabar con los privilegios de una clase política que por años sintió que el brazo de la justicia no la alcanzaría.
Sí bien el mérito histórico será de los legisladores, lo cierto es que la idea de eliminar el fuero era una propuesta que desde hace algunos años y desde diferentes tribunas impulsó el gobernador.
Enhorabuena para los poblanos que por fin podremos exigir cuentas a personajes que se sentían blindados.
Un guarro en el Congreso Digital
En éste espacio hemos criticado la misoginia con la que ha actuado Héctor Alonso Granados en el Congreso del Estado, con ofensas constantes hacia las diputadas, aunque ayer hubo un legislador que demostró que lo puede superar.
Pese a que a la diputada Nora Merino le haya hecho gracia que su compañero Arturo de Rosas Cuevas, diputado por Tecamachalco, le hubiera dicho a Tonantzin Fernández “hija de la chingada”, lo cierto es que la reprobable expresión demuestra el nivel de comunicación del legislador por Morena.
La disculpa o la no disculpa fue tan mala o peor que la expresión original, pues dijo que la frase no era para ella, sino por algo de su “casa”, podríamos entonces deducir que así trata a su esposa o la gente cercana.
Así es el “Guarro De Rosas” que exhibió como se refiere a las mujeres, y algo importante, que carece de asesores que le digan cuándo tiene que apagar el micrófono, pero sobre todo cómo comportarse de acuerdo a la investidura que tiene.
Un comentario aparte, merecen las risas de la diputada Nora Merino, que quiso justificar como nerviosas, pero en el video, se ve sumamente divertida, y no condenando como lo hizo cuando Alonso Granado la calló, o le dijo “A cómo las naranjas”.
Habrá que decir que aunque reprobable en las formas, lo cierto es que más de un espectador e incluso más de uno de sus colegas, habrá pensado que era innecesario argumentar o razonar su voto. Sin minimizar la agresión, lo cierto es que los y las legisladoras deberían aplicar la economía del lenguaje, digo, por aquello de la austeridad.
El VAR en el Congreso
Otro hecho histórico que sucedió ayer en el circo Legislativo, digo en el Congreso poblano, fue que por primera vez se recurrió al uso del “VAR” y fue para revisar el resultado de una votación porque se les habían “extraviado” tres votos.
Los diputados votaban una reforma constitucional para lo cual requerían 28 votos, pero la presidenta de la mesa directiva contó sólo 25.
Fue necesario que se tuviera que revisar la grabación de la votación donde claramente se vio que se llegaron a los 28 sufragios y el procedimiento fue corregir el error.