Apenas el pasado martes en su conferencia de prensa, el gobernador Miguel Barbosa hablaba de Antorcha Campesina y de sus eternas prácticas de extorsión y chantaje político.

Antorcha, fiel a su costumbre hizo una nueva manifestación en Casa Aguayo, sabiendo que bajo esa presión, los gobernantes en turno han cedido a sus exigencias.

Para su mala fortuna, esta vez se toparon con pared, ya que Barbosa fue claro al decir que no se va a doblar ante las presiones de una agrupación violenta como la que comanda Aquiles Córdova Morán.

Para no ir lejos, ayer se vio una pequeña muestra de lo que Los Antorchos son capaces de hacer, ya que sin haber trabajado previamente en la zona Atlixcáyotl-Periférico, ahora los líderes de esta agrupación quieren controlar el servicio de transporte público que se presta de manera irregular.

La gente que trabaja ahí, sin autorización de la SMT, lleva años buscando que se les permita prestar el servicio de taxis locales ante la histórica insuficiencia del transporte público.

Uno puede criticar que los llamados taxis pirata hagan base a unos metros de la terminal del Oro o en la Plaza Aventura, pero siendo realistas, su servicio resulta necesario.

No se trata de justificar la ilegalidad en la que operan esas agrupaciones de taxistas, pero sí algo podemos exigir es que se regularice el servicio y no que Antorcha se agandalle como un nuevo botín de los muchos que como piratas de mar se han adjudicado.

Desde antes de la pandemia, era fácil observar que de 7 a 9 de la mañana y de 8 a 10 de la noche, uno tras otro, los vehículos particulares que se la juegan, salían repletos, a veces hasta con seis pasajeros, a quienes trasladaban desde la caseta de Atlixco hasta Valsequillo haciendo diferentes paradas en la lateral del Periférico.

Tomar un taxi irregular, que cobra entre 15 y 20 pesos, representa para muchos la posibilidad de trasladarse de uno a otro punto en menos de 20 minutos. Esperar el transporte autorizado, es decir la Línea Periférico, puede orillar a esas mismas personas a invertir 45 minutos en esperar una unidad, con el riesgo de que ésta venga tan llena, incluso con personas colgando, que no pueda subir a ningún pasajero más y se deba esperar al siguiente camión.

Así pues, usar el servicio no autorizado, pese al enorme riesgo que representa, es justificado por los capitalinos del sur que señalan que se trata de un mal necesario que está generando fuentes de empleo y que podría regularizarse con la simple voluntad política de la Secretaría de Movilidad y Transporte.

Sin duda, al haber tal demanda, la ruta Caseta-Valsequillo, representa un negocio muy jugoso y más ahora que se regresará a las actividades comerciales y muchas personas opten por invertir un poco más de recursos, antes que enfrascarse en un camión que transporta hasta 80 pasajeros en completo hacinamiento.

El negocio, como lo dije, es prometedor y por ello Antorcha Campesina quiere adueñarse de la ruta e imponer, en la ilegalidad, cobros o cuotas. Los líderes de AC ofrecen falsa protección a los conductores y hasta avisos en tiempo real de los operativos de la SMT.

El conflicto generado ayer por la mañana no es el primero y por cómo se ven las cosas, no será el último.

Los antorchistas conocen el camino, lo han recorrido en otras ocasiones. Han generado conflictos y los gobiernos han cedido para que ellos operen algunas unidades, a veces de manera formal, otras por debajo del agua.

Permitirle a Antorcha Campesina tomar el control de la ruta Periférico podría resultar altamente riesgoso para los pasajeros.

Durante el trayecto de la Caseta hasta Valsequillo existen varios sitios sin alumbrado público, así como puentes peatonales y calles cerradas que podrían prestarse a desgracias como la que ya sucedió en agosto del año pasado, cuando un chofer de la ruta 25, que opera precisamente Antorcha Campesina, violentó a una jovencita de 19 años en la colonia Balcones del Sur.

Pese a la indignación que causó el caso, la agrupación sólo se limitó a deslindarse del conductor, sobre la irregularidad de la unidad, la conducta delictiva del chofer y la violación de la joven, los líderes del movimiento jamás salieron a dar la cara ni siquiera para condenar los actos.

Por estas y muchas razones más esperamos que las autoridades se mantengan firmes y no cedan a los chantajes de Antorcha Campesina.

Al mismo tiempo es urgente que ante la necesidad de mantener la sana distancia, incluso en el transporte público, se busque una manera de regularizar el servicio de movilidad en esa zona del sur de la ciudad.

La reactivación de las actividades productivas pondrá a prueba a la Secretaria de Movilidad y Transporte. Ahí sabremos si durante la cuarentena hicieron Home Office para planear el retorno, o si la pasaron durmiendo el sueño de los justos.

Veremos y diremos.

El TEPJF fulmina a Antorcha

Como se preveía, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, ratificó la decisión local y Antorcha Campesina, con todo y su berrinche, no será partido político en este 2020 y por lo tanto no podrá cobrar prerrogativas ni presentar candidatos en 2021. 

Así se dejó en claro que chapuceramente intentaron hacerse de un registro violando toda la normativa, ya que como lo dijimos en su momento, no cumplió con los tiempos, y al final quiso materialmente robarse el trabajo de otros.

La Sala Regional Ciudad de México, del Tribunal Electoral, prácticamente puso el clavo final al ataúd del Partido Antorchista, al considerar válidos los argumentos del IEE y del Tribunal Electoral Estatal, pues no cumplió con el requisito legal de presentar ante el Instituto Electoral del Estado, en tiempo y forma, los informes de origen y destino de los recursos utilizados dentro del procedimiento para la constitución de partidos políticos locales 2019-2020.

Sin embargo no hay que cantar victoria, Antorcha aún está ahí, y podría negociar con la oposición.