Cual mercenarios, los dueños y socios del Centro Comercial Angelópolis están sangrando a los arrendatarios de locales que durante tres o cuatro meses se vieron obligados a bajar las cortinas ante la emergencia sanitaria decretada por el Coronavirus.
La reactivación económica pareciera más que imposible para muchos de los comercios que han dado vida a la plaza más famosa de Puebla. En esta reapertura, los socios fueron intransigentes y decidieron que el pago de las rentas de los locales debe ser al cien por ciento aunque los comercios hayan estado cerrados y por lo tanto, sin ventas.
Las rentas de Angelópolis son de las más altas no sólo en Puebla si no que compiten con los precios de plazas en Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México.
Ante las explicaciones de los afectados quienes insistían en llegar a alguna rebaja o negociación, los dueños sostuvieron que hay un contrato firmado aunque guardaron silencio cuando se les reviró que en el mismo documento también se les garantiza a los comerciantes que habrá un aforo intenso y que el nivel de adquisición será alto. Ninguna de estas dos características se cumplieron durante los cuatro meses de confinamiento.
Montados en su postura, los dueños también les hicieron saber a quienes rentan los locales que debían ponerse al corriente con el pago de los cajones de estacionamiento que tienen en pensión.
Nuevamente se cuestionó a los dueños cómo se pagarían estos cargos si ni siquiera se ocuparon los espacios porque la plaza estuvo sin clientes, sin empleados, vacía pues.
La cerrazón se mostró nuevamente.
El pago de Guante una “membresía” que se cobra cuando adquieres –en renta- el local, también se perdería si alguno de los locatarios decide traspasar su negocio pues deberá contar con el aval de la administración y estar al corriente de todos sus pagos. De lo contrario, simplemente perderá ese fondo.
Súmele a estos costos, las pérdidas por pago de salarios y por los productos que habrá que abaratar para vender lo que ya pasó de temporada.
En este escenario, nada alentador, la administración del Centro Comercial Angelópolis dio un aviso que fue la gota que derramó el vaso: Desde este mes aumentarán las rentas de los locales.
Los dueños de la plaza se convirtieron en mercenarios de la tragedia y no se dan cuenta que en el pecado llevarán la penitencia porque con costos tan elevados e intransigencias, lo que están provocando es que esos negocios que se la han jugado por la plaza, que le han dado vida, que la ha acreditado, simplemente tengan que cerrar e irse.
Muchas y muchos de quienes hoy rentan un local, son empresarios y emprendedores que encontrarán mejores sitios para colocar su franquicia o negocio. Por suerte hoy en Puebla existen muchas plazas más.
En breve Angelópolis comenzará a lucir semivacía, esta vez, porque no habrá tiendas que visitar y poco a poco los paseantes preferirán otro centro comercial.
Los clientes seguramente seguirán con sus mismos hábitos de consumo por lo cual irán a los sitios donde se instalen las marcas que decidan abandonar Angelópolis ocasionando con ello que la plusvalía del Centro Comercial caiga.
La inconciencia de los dueños y administradores de la plaza, es verdad, no golpearán los intereses de las tiendas ancla, es decir Cinépolis y departamentales como Palacio de Hierro, Sears, Liverpool o Sanborns pero siendo realistas, esas mismas cadenas han entendido muy bien el comercio electrónico y muchos de sus clientes simplemente preferirán hacer las compras en línea antes que presentarse a un sitio que, como el sábado pasado, lució con grandes filas para entrar.