La inexperiencia de los “nuevos diputados” nos sigue cobrando facturas en el Congreso del Estado. Amén de que las promesas incumplidas como la despenalización del aborto, la legalización de matrimonios igualitarios y otras tantas reformas urgentes siguen en la congeladora, otras propuestas improcedentes roban el tiempo a nuestros legisladores.

El proceso para dictaminar leyes está comenzando a volverse más lento que las tortugas y como muestra de ello le comparto una verdadera vacilada que debió detectarse, por mero sentido común, desde el día en que se recibió.

Ayer miércoles se informó que ya se había dado entrada a la solicitud de un ciudadano que pedía que se realizara un Juicio Político en contra de la gobernadora, Martha Erika Alonso Hidalgo.

 

La petición no es lo insensato, lo ridículo es que el documento fue sellado de recibido el 11 de enero de 2019. Así como lo lee, quince días después de la muerte de la esposa de Rafael Moreno Valle, alguien firmó en el Poder Legislativo la recepción para juzgarle.

Es cierto que la libertad de expresión debe privar en el Poder Legislativo pero una cosa es respetar derechos y libertades y otra muy diferente aceptar propuestas que materialmente serán imposibles de cumplir, aunque así como están nuestras y nuestros diputados no se asombre si en breve aceptan un oficio para exigirle cuentas a Judas Iscariote por vender a Cristo.

Regresemos al trabajo legislativo. Aunque a su llegada los morenistas acusaron que en la congeladora había cientos de iniciativas que faltaban por dictaminar, a dos años de su ingreso las cuentas no son nada alentadoras.

Y será difícil que puedan abatir ese rezago legislativo porque en las sesiones del pleno, tres cuartas partes del tiempo se pierden en discusiones estériles o en comentarios misóginos por parte de un par de legisladores que sí tienen el colmillo bien retorcido y han aplicado “la dormilona” a las y los nuevos diputados. Adivinó: hablamos de Héctor Alonso y José Juan Espinosa.

Regresemos a la propuesta. Después de la pifia de aceptar la solicitud, pasaron sólo, y subrayo sólo, 20 meses para que nuestros legisladores se dieran el tiempo de dictaminar que no procede porque es materialmente imposible enjuiciar a una persona fallecida.

Bueno al menos cupo la prudencia en alguno, porque no me sorprendería que hoy le estuviéramos contando que los diputados discutieron por siete horas para decidir cuál sería la sanción o castigo en contra de la mujer que gobernó el estado por 10 días.

Y ya que estamos en estas, sería bueno que los diputados nos expliquen cuánto cuestan los asesores legislativos porque nos queda claro que o son muy necios o están pagando, con nuestros impuestos, sueldos que no están siendo devengados.

El caso de Martha Erika no es el único y por desgracia, no será el último. Los poblanos ya vivimos las fallas imperdonables en el proceso de selección para renovar la Comisión de Derechos Humanos, donde fueron incapaces de revisar currículums de los participantes y se les coló un hombre que previamente había sido denunciado por violencia en contra de una mujer. 

Este 2020, las discusiones de las leyes de Ingresos y Egresos serán esenciales tanto por los recortes que se prevén como por la reasignación de fondos. Esperemos que esta vez, los diputados desquiten su sueldo y no nos queden a deber.

Veremos y diremos.