Usted no está para saberlo ni un servidor para contárselo, pero en el municipio de Huejotzingo ya se calentaron los ánimos. Hoy en una conferencia de prensa virtual, coordinada por el síndico municipal, se desmintió la agresión armada ocurrida en la fachada del inmueble propiedad diputado local, por el Partido Movimiento Ciudadano, Carlos Morales Álvarez, ocurridas durante la noche martes 13 de octubre, ubicada en la calle Salvador Díaz Mirón, del segundo barrio.

Según el síndico, el diputado local habría montado toda una farsa al denunciar qué uno de sus domicilios fue atacado a balazos, para inculpar o señalar como sospechoso al ex Comisario de Seguridad Rubén Ríos, quién actualmente cobra como asesor en esta nueva administración.

Este personaje, Rubén Ríos, se encuentra señalado en una carpeta de investigación, como sospechoso del levantón y después asesinato, de quien fuera delegado de Gobierno, además de cuñado de diputado local.

En la conferencia, sostiene el síndico, que la solicitud de auxilio de los disparos de arma de fuego, hechas a la casa del diputado local, se realizó hora y media después.

Por su parte, el diputado Carlos Morales, ha presentado por medio de fotografías, los impactos de arma de fuego en la fachada de su domicilio, incluso presentó casquillos qué quedaron fuera de su propiedad y que pudieron pertenecer a el arma disparada.

 

Lo cierto es que la Fiscalía General del Estado ya se encarga de realizar las investigaciones correspondientes.

Acusan a policías de Huejotzingo de abusivos

En redes sociales circula un video donde un grupo de jóvenes acusa a elementos de la policía municipal de Huejotzingo por amenazarlos con detenerlos porque estaban pintando en la fachada de un muro que se encuentra en una propiedad privada, cerca del ex convento de San Miguel Arcángel.

De acuerdo a lo que se ve en el video, los uniformados estaban solicitando un permiso, qué dicen debe de expedir el Ayuntamiento para realizar dichas actividades, mientras que los jóvenes le decían que se trataba de una propiedad privada, incluso la dueña del lugar estaba en ese momento.

Se dijo también que el inmueble, que estaban pintando, tiene protección y cuidado por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia, por lo que no se puede pintar; sin embargo, la fachada presentaba graffitis, hechos por pandilleros, a quienes los policías no detuvieron.

Los jóvenes que iban a ser detenidos dijeron a los policías que cómo era posible que se preocupara porque estuvieran pintando una pared, cuando en fechas recientes se han registrado hechos de violencia, con presencia de gente armada y con detonaciones sin que éstos sean detenidos.

Nos vemos cuando nos veamos.

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A la carta

 

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