Dicen que el agua siempre encuentra su salida o ruta. 

Recientemente causó escozor la presencia de Gustavo Gaytán, director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap), en la rueda de prensa matutina del gobernador Miguel Barbosa, para hablar de la distribución del agua en tiempos de pandemia. 

Este personaje es uno de los pocos morenovallistas que han sobrevivido, al menos hasta el momento. 

Sin embargo, para quien afirma o piensa que está sumamente protegido, no lo es tanto. 

Se dice que hay mensajes claros en su contra. 

Como que el año pasado no fue aprobada su cuenta pública, además de que no le dieron buen presupuesto para este 2020, luego de que pedía un aumento. 

Para el 2021, la suerte de Gaytán podría cambiar drásticamente. 

Se dice que sería colocada en Soapap una persona que finalmente si aplicaría la verdadera vigilancia contra la concesionaria, para aplicar presión y las cláusulas de recisión de contrato. 

El año pasado la Comisión Inspectora del poder legislativo del Congreso apenas aprobó la cuenta pública del ejercicio fiscal 2017 del Soapap.

Se dice que se han encontrado elementos para iniciar un proceso.

También se dice que hay mucha tela de dónde cortar, para ahorcar a la empresa, tan sólo con presionarla para invertir y trabajar en lo que prometió. 

Ni una empresa funciona si es sancionada a cada momento.  

Ya no sería negocio, así de simple. 

Esa sería la ruta hasta lograr el retiro, mientras se llevan a cabo los trámites legales para la desprivatización. 

Por eso se dice que sus días ahora si están contados. 

Al menos su salida sería el mensaje. 

En tanto esa estrategia ya fue propuesta a los que mandan y está en la mesa de análisis.

¿Será? Tiempo al tiempo. 

La deuda 

Actualmente el organismo cuenta con un presupuesto anual de mil 400 millones de pesos.

En tanto, a seis años el Soapap permanece con un fuerte endeudamiento, aunque la liquidación de la deuda fue la principal promesa por la que se concesionó el servicio en 2014. 

Pero se tiene una deuda de mil 572 millones de pesos al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).

El gobierno del estado tendrá que pagar en un plazo que concluye el 30 de julio del 2028.

Así lo señala informe “Resultados del Sistema de Alertas de Entes Públicos Estatales y Municipales”, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP). 

Se exhibió que hasta el año pasado no se había pagado ni la cuarta parte de la deuda original, que era de 1 mil 966 millones 780 mil 438 pesos. 

En el mismo documento se volvió a ubicar al Soapap como el más endeudado del país. 

Después del Soapap se encuentran el Consejo de Urbanización Municipal de Mexicali (Baja California) y el sistema de Agua de Los Cabos (Baja California Sur).

Pero la diferencia es abismal, ya que únicamente adeudan 31.5 y 7.9 millones, respectivamente. 

De este modo Soapap está en alerta roja, por el endeudamiento elevado con el que cerró 2019, de acuerdo con la información que se tomó de la cuenta pública.