Quiubo, banda intolerante. Una entrega más en la que este héroe de barrio les trae la información más certera del pancracio político de Puebla.

Así que agárrense porque me les vengo.

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Me cae de madre, manada, que el ring político en Puebla y todo el país anda más caliente que preparatoriano en pandemia.

Y es que a menos de dos semanitas de que el pueblo bueno, diría el Tlatoani, decida pa' dónde irá nuestro México lindo y querido, la Cuarta Transformación nomás sigue dando bandazos electorales.

Les juro por esta que ni en los bailongos de mi colonia se cargan una desorganización como la de Morena en Puebla.

Cómo se explican que a menos de 14 días de las elecciones y con la 4T viéndole las tepalcuanas al PRIANRD en un chorro de alcaldías y distritos en Puebla, a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, comandada por Mamá Vivanco, se le ocurrió que lo más importante era ratificar que Mario Bracamonte González ya no es el delegado en funciones de dirigente del partido en tierra poblana.

Su héroe de barrio no es un chucho cuerero de la estrategia electoral, pero nomás hace falta tener dos dedos de frente pa' darse cuenta que si de por sí ya anda jodida la cosa pa' los morenistas, lo único que esto genera es más división.

Pero si así de poquita agua les cae en el tinaco a los de las grandes ligas de la 4T, nomás imagínense cómo está la cosa pa' los pobres municipios como, por ejemplo, el caso de Francisco Z. Mena.

¿En qué pinche cabeza cabe que, después de que el Tribunal Electoral del Estado bajó la candidatura del actual alcalde morenista Pascual Morales Martínez por violencia política de género, Morena mande como reemplazo a la esposa del presi?

Así como lo oyen y ven.

La neta es que el loquito de Palacio Nacional tiene toda la razón cuando dice que no son iguales, porque son peores.