El miércoles concluyen las campañas políticas e inician unos días de silencio, para llegar a la cita que tenemos las ciudadanas y ciudadanos el día 6 de junio para emitir nuestro voto.
Sin duda tendremos una elección histórica, no sólo por el número de cargos que se eligen en todo el país, también, porque durante muchos años las mujeres hemos empujado por concretar nuestro derecho otorgado en 1953 a ser electas, y justo es hasta en esta elección, cuando por fin se garantiza la presencia de candidaturas de mujeres, que pudo ser una realidad, por la inclusión del Principio de Paridad en nuestra normativa fundamental en 2014, ampliada en 2019; y en el estado de Puebla incluida en 2015 e incorporando la paridad total en 2020, y por supuesto, concretando también, el delito de violencia política contra las mujeres en razón de género.
Ya veremos los resultados que arrojará lo anterior, que sumado a la aplicación de la reelección, podamos determinar hasta donde fue favorable incluir esta figura y si se pudo alcanzar la implementación de la normativa de manera efectiva.
De inicio se hizo evidente que no basta con acuerdos nacionales o compromisos simulados de los partidos políticos para cerrar el paso a violentadores como fue el caso de la 3 de 3, incluso aún incluido en la norma como está estipulado en el estado de Puebla, no se logró. Habrá que corregir.
Esta elección histórica que tendremos el próximo 6 de junio, pasa por evaluar también resultados de los gobiernos actuales, y es claro que el gobierno federal sale reprobado, no hay avances y no se mira un proyecto de Estado. Habrá que corregir, ya que el presidente de la República definió el camino a seguir en su gobierno y decidió por la polarización política y social, por la controversia, por la división, por lo que llamaron austeridad que nos ha llevado a tragedias; no sólo me refiero a la de la línea 12 del Metro de la Ciudad de México, o al manejo erróneo de la pandemia o la muerte de inocentes que no volvieron a tener acceso a medicamentos para atender sus enfermedades terminales; me refiero también, a los recortes de recursos que automáticamente incidieron en todo e impactaron en los municipios y en algunos estados de la República, con resultados que están a la vista.
Decisiones erróneas, mentiras constantes. Realmente no conocemos sobre algún proyecto para el futuro inmediato post pandemia que no sea los que se han machacado desde el inicio de este gobierno, para los cuales por cierto, sí hay recursos: Tres Bocas, Tren Maya y Aeropuerto Santa Lucía, una y otra y muchas veces mencionados, también debo mencionar que sí hubo recursos hace unos días para comprar un refinería que costó 600 millones de dólares y que tiene un adeudo de 980 millones de dólares, ¿sería planeada esta compra asignándole recursos en el PEF2021? Creo que no. Pero eso para este gobierno es lo de menos, nos ha demostrado una y otra vez que cumplir la ley es lo que menos le importa. Han demostrado que no saben gobernar, Nos han quedado a deber y hay que corregir.
Justo ahí la trascendencia del 6 de junio.
Por fortuna en México con todas las críticas que puedan hacerle a nuestra democracia como imperfecta, incompleta, etcétera, cada tres y cada seis años tenemos la oportunidad de corregir el rumbo mediante el ejercicio de nuestro derecho a ejercer un voto libre y secreto.
Gobernar sin límites. Sin contrapesos. Sin controles. Sin planeación. ¿Sin resultados? ¿Eso queremos?
Es el momento de corregir y tenemos la oportunidad de hacerlo el próximo domingo.
Todas, todos, a votar.