Ya no es necesario que le pregunte al lector si conoció a Jaime Padilla Barrientos, director general de Grupos Especiales del desaparecido grupo de los "Chiapanecos", que dejaron regado un camino de corrupción y protección a la delincuencia, liderados por Raciel López Salazar.
Un grupo de ciudadanos que dicen ser los responsables de querer lo mejor para San Martín Texmelucan, tienen más informes de lo que le comenté de manera inicial.
Saben que en el municipio de San Martín Texmelucan se esconden al menos dos piezas especiales del engranaje de corrupción de Raciel López, ex secretario de Seguridad Pública (SSP).
Se trata de Juan Valentín Alducín Guerra y Primo García Vega, incondicionales de Jaime Padilla, uno de los más corruptos del grupo de los "Chiapanecos"
El primero de estos personajes de la banda de los "Chiapanecos", es director de Tránsito Municipal y el segundo director de la Policía Municipal de San Martín Texmelucan.
Los dos funcionarios siguen protegiendo a organizaciones criminales dedicadas al robo de combustible, narcomenudeo, asalto a transportes, robo de vehículos, etc.
Los grupos de malandros pagan al par de funcionarios la suma de 25 mil pesos a la semana y son muchos los grupos delictivos que pagan.
Ese dinero iba de manera directa a la oficina de Padilla, cuando este era director de Grupos Especiales, pero ahora ya no saben que ruta sigue, aunque sí se sabe que siguen pagando.
En otras palabras, es en este municipio donde se están refugiando, los ladrones de combustible, los que asaltan transportes, los de robo de vehículos, de narcomenudeo y quién sabe cuántos más, porque es en ese municipio donde los cuidan.
Los dos mandos de Texmelucan, antes de la SSP, no solo se salvaron de la guillotina de quedarse desempleados, también heredaron las cuotas de la mafia.
Y los delitos se siguen perpetrando en parte del Estado de Puebla y desde San Martín Texmelucan, donde también la inseguridad aterroriza a sus habitantes.
¿Qué sigue?
Nos vemos cuando nos veamos