Durante esta contingencia la economía mexicana ha sufrido en casi todos los teatros, con una notable excepción, el sector agroalimentario. Superando al turismo, petróleo, y por cuatrimestres hasta a las remesas, la energía es notoria; el maíz azul de Ozolco fue un ejemplo.
A inicios de milenio San Matías Ozolco, municipio de Calpan a las faldas del Popo, sufrió una fuerte emigración. Más de 1/3 de los habitantes partía a la Unión Americana, a la ciudad de Filadelfia en el estado de Pensilvania. Se presume que en 1995 Efrén Téllez fue el primer ozolqueño en llegar. Ahora los 20 de septiembre son de fiesta en Filadelfia, al menos en las cercanías del Parque Sacks.
Allá, al sur de Philly se encuentra Puebladelphia, al sur de Washington Avenue y Christian Street viven más de 30,000 mexadelphians, la enorme mayoría descendientes ozolqueños. Y aunque en la localidad apenas viven menos de 3 mil, un grupo dedicaba su escaso tiempo libre para desarrollar proyectos que beneficiaran a los paisanos, fundando Grupo Ozolco.
Así comenzaban cinco años de planeación para importar derivados de maíz azul, legado cultural de la localidad. En 2008 obtendría con la organización JUNTOS, encabezada por Mister Bloom, un préstamo por $300,000 dólares a tres años de parte de HIP, Hispanos en Filantropía por sus siglas en inglés.
En el mismo año once hombres y once mujeres, los Boyso, los Sandoval, los Aparicio, entre otros, fundan Amigos de Ozolco S.P.R. de R.L. buscando mejorar sus condiciones de vida al fortalecer el cultivo de maíz azul. Comienzan con apenas cuatro hectáreas, pero ven potencial en transformar maíz azul y orgánico a pinole y tostadas convencidos por el respaldo financiero.
Los fondos se dividieron entre varios actores
El Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas campus Puebla (COLPOS) vería la conservación del maíz criollo azul, de la mano del doctor Escobedo, transfiriendo tecnologías y asesorando en campo. A través de la SAGARPA y su Programa para la Adquisición de Bienes Productivos, logran hacerse de equipamiento para el taller industrial.
En Estados Unidos un despacho se encarga de comercialización, exportación, comunicación, procesos industriales, imagen corporativa y comercial. Excepto el logo. Ahí invitan a alumnos de 5° y 6° de la Escuela “Miguel Negrete” que crean el logotipo de la empresa a la fecha.
Fundación Produce Puebla, ONG nacional que vincula fondos de la iniciativa privada con necesidades del campo, sería la encargada de capacitación financiera y gestión de recursos. El equipo técnico del gerente Mora concreta el proyecto "Potehtli-Pinole" y suma a la UDLAP. La Universidad las Américas contribuye con la cátedra de Arte Culinarias y el chef Rocha, realzando las bondades gastronómicas del maíz, llevando a este último a ganar un concurso de CNN y el favor de Carlo Petrini, fundador del movimiento Slow Food.
En 2010 lograron colocar media tonelada en Filadelfia. Se podía ver su influencia en los muchos restaurantes mexicanos de la Calle 9, entre los icónicos restaurantes italianos.
Para 2011 la tonelada exportada se sintió en el Festival Cinco de Mayo. El entonces cónsul Giralt-Cabrales encabezaba las celebraciones. Comenzaban las pláticas con la inglesa Azure Standar para generar una barra proteínica a base de pinole.
El sábado pasado la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado informaba con bombo “la primera vez que productoras y productores de maíz nativo de Puebla logran exportar los derivados de su cosecha” al anunciar 2.41 toneladas a Pensilvania. Ni rezándole a San Mateo, caravana con maíz ajeno.