Han empezado los agarrones internos en el Partido Acción Nacional (PAN) por la dirigencia estatal.

Hay que recordar que luego del fallecimiento de la gobernadora Martha Erika Alonso, el panismo sufrió una fractura grave que se reconfiguró a nivel local bajo tres liderazgos.

Con Genoveva Huerta se apostaron la mayoría de los morenovallistas; con Eduardo Rivera, los panistas tradicionales y con Rafael Micalco, quien tiene menos adeptos, pero también con el panismo tradicional.

Genoveva Huerta, está haciendo los consensos para buscar su reelección, alegando que ha presentado buenos resultados, sobre todo por las victorias en la zona metropolitana de Puebla.

Lo que no dice es que la mayoría de esos candidatos que ganaron, simplemente ella no los impulso, sino por el contrario, hasta atacó para afianzar a sus huestes.

Esto tiene muy enojada a gran parte de su militancia, por lo que se vería muy comprometida su reelección.

Otro malestar que hay al interior del partido blanquiazul, es el activismo que ha iniciado Rafael Alejandro Micalco, para lograr llegar a la presidencia del partido.

Y lo que causa la molestia panista, es que simplemente Micalco los abandonó en las elecciones y se fue a hacer campaña al estado de Tlaxcala.

Claro, lo hizo una vez que logró asegurar los primeros puestos plurinominales para una curul en la siguiente legislatura local.

Rafael Micalco, ahora se la pasa regalando entrevistas por doquier y visitando a los panistas, cuando nadie lo vio en la temporada electoral en Puebla.

¿Será que creía que habría derrota y prefirió irse a Tlaxcala?

Claro, no la hubo y ya está de vuelta, esperando que nadie se acuerde de eso.

Micalco, ya ha sido presidente partidista en dos ocasiones y claro, de lograrlo por tercera ocasión, no dejaría su cargo de diputado plurinominal del Congreso de Puebla, que iniciará el 15 de septiembre. 

Gracias a una alianza en 2019 con Genoveva Huerta la gente de Micalco, se quedó con el 68 por ciento de las posiciones del Consejo Estatal.

Eso deja la duda si se volverán a aliar, para dejar fuera a Lalo.

Y es que otra figura que ha empezado a sobresalir por la dirigencia es Marcos Castro Martínez, quien también ha aumentado su actividad política.

Este personaje, tiene el respaldo del presidente municipal electo de Puebla, Eduardo Rivera Pérez y es quien más ha crecido entre los panistas.

¿A quién le va? Se aceptan apuestas.  

¿Y el desaforado? 

Trascendió que finalmente fue convencido Ignacio Mier Velasco, de que no se podía proteger más a la figura de Saúl Huerta, para su desafuero.

La presión política y mediática estaba muy fuerte para dejar pasar el tiempo, por lo que, en una reunión del legislador poblano con Pablo Gómez, decidieron el futuro del aún legislador.

Ahora, finalmente será detenido y procesado esta misma semana, claro, si es que aún no se ha fugado.

¿Alguien lo ha visto?