En una semana los diputados bajarán la cortina dejando más pendientes de los que había cuando llegaron.

Aunque oficialmente se les contrató para que trabajen hasta el 14 de septiembre próximo, las y los diputados darán por terminado su encargo el próximo jueves 15 de julio, cuando concluya el tercer período ordinario del año legislativo. Aunque estará la Permanente y quizá hasta se inventen un periodo extraordinario, la realidad es que ya tienen un pie fuera.

Entre los muchos pendientes que va a dejar esta legislatura se encuentra la discusión, y en su caso aprobación, de la interrupción legal del embarazo.

Y por increíble que parezca, esta, la LX Legislatura, que goza de una mayoría morenista y que se decía de izquierda abierta y vanguardista, resultó más conservadora que las legislaturas predominantemente panistas que les antecedieron.

Los morenos terminaron siendo más mochos que los blanquiazules.

Ver para creer.

Hay que reconocer que las diputadas Rocío García Olmedo y Estefanía Rodríguez se pusieron a hacer la tarea y presentaron las iniciativas para reformar la Ley de Salud y el Código de Procedimientos Penales del Estado de Puebla.

Sin embargo, en la congeladora duermen ambas iniciativas y no podrán llegar al Pleno del Congreso para ser votadas porque están atoradas.

Las presidentas de las comisiones de Procuración y de Salud, María del Carmen Cabrera Camacho y Cristina Tello, se han manifestado abiertamente en contra de la interrupción legal del embarazo y en lugar de apartar sus intereses propios, decidieron que las poblanas no tendrán la libertad de decidir sobre sus cuerpos.

Ninguna de las dos tiene la menor intención de que se analicen las iniciativas finales y mientras las comisiones no avalen o rechacen, el tema simplemente no caminará.

María del Carmen Cabrera Camacho reconoció que esta semana va a sesionar su comisión pero será para sacar otros temas y posiblemente la próxima semana haya una reunión “de trabajo”.

Después sólo tendrán cuatro días para sacar algunos pendientes y todo parece indicar que la despenalización del aborto, simplemente no irá.

Independientemente de estar a favor o en contra de la reforma, lo que no se vale es que dos legisladoras, una del PT, y la otra de Morena, se nieguen a que el tema se discuta y que se haya jugado con especialistas tanto de los pañuelos verdes como azules, que en el Parlamento Abierto presentaron propuestas serias.

También indigna que en diciembre pasado retiraran a las colectivas después de la toma del Congreso con la promesa de abordar el tema y al final sólo se les dieran largas.

Desde noviembre del año pasado, Intolerancia Diario adelantó que la iniciativa para despenalizar el aborto carecía de la mayoría necesaria en el Congreso, entonces surge la duda: si la línea era que no pasaría, ¿para qué perder el tiempo en un Parlamento Abierto y prometer a los colectivos que se discutiría?

Ojalá y la próxima legislatura tenga las faldas y los pantalones para discutir la reforma, a favor, o en contra, pero que se vote.

De entrada, se ve difícil que una legislatura donde el PAN será la mayor oposición y el PRD no tendrá representantes, pueda lograr el consenso para avanzar en materia de salud y libertades. Aunque el historial reciente de los morenistas refleja el doble discurso de la izquierda, que se define como progresista, pero que actúa dándose sendos golpes de pecho.