Una pugna entre Mario Delgado y Claudia Sheinbaum, ha salvado indirectamente a Saúl Huerta Corona no sólo del desafuero, sino de la prisión, al menos hasta el momento.
Le cuento:
El suertudote, ahora le apodan a Saúl Huerta, de quien ya nadie sabe su paradero.
Y es que se dice en la Cámara de Diputados, que la protección para que no fuera desaforado le llegó de carambola y por ende no ha podido ser detenido por las acusaciones de violaciones sexuales a menores de edad.
Su trébol de buena suerte se lo encontró cuando al mismo tiempo se inició un proceso similar para quitarle el fuero a su compañero de bancada, el diputado Mauricio Toledo, acusado de enriquecimiento ilícito.
Este legislador presuntamente se enriqueció ilícitamente cuando fue alcalde de Coyoacán.
Después por azares del “destino morenista”, (por no decir dedazo), fue elegido diputado federal del distrito 5 con cabecera en San Martín Texmelucan.
Toda su elección y gestión de diputado federal, fue en medio de una investigación en su contra por enriquecimiento ilícito por parte de la Fiscalía de la Ciudad de México, que culminó con el proceso de desafuero bajo el expediente SI/LXIV/DP/01/2021, solicitado al encontrarse presuntas pruebas.
Mientras todo sucedía, los reflectores nacionales estaban puestos en Saúl Huerta, detenido en abril, acusado de violar a un menor de edad en un hotel de la capital del país.
Claro, salió libre Huerta Corona, por el fuero de diputado.
En paralelo, Mauricio Toledo, tampoco pudo ser detenido para hacer cuentas al gobierno de Claudia Sheinbaum.
La diferencia con Saúl, es que Mauricio Toledo, consiguió su reelección de diputado federal el 6 de junio pasado, por el distrito texmeluquense.
La protección al legislador es por un acuerdo político entre los partidos del Trabajo (PT) con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
De ahí viene el blindaje de un grupo de Morena encabezado por su líder Mario Delgado y auspiciado por el poblano Ignacio Mier Velasco.
Realmente la protección es para Toledo, pero Saúl Huerta, salió beneficiado de este choque, ya que si se abría un periodo extraordinario en la cámara baja, se tendría que desaforar a los dos.
Y es que la jefa de gobierno de la Ciudad de México y su grupo, quieren la cabeza de Toledo a toda costa.
Pero PT no cede y la parte de Morena de Mario Delgado no la va a entregar.
Así de simple.
Ahora Toledo y el grupo que lo apoya en Morena, prepara un argumento para que comenzando la LXV Legislatura, es nuevo fuero y haya una especie borrón y cuenta nueva, para que se salve.
Claro, mientras Toledo continúa viendo la forma de tirar el resolutivo en los tribunales.
A todo esto, Saúl Huerta, lo que ya ha ganado es tiempo.
Su fuero se irá de todos modos, cuando deje de ser diputado el 1 de septiembre, cuando ni Dios Padre lo salvará.
Claro para entonces ya estará en Timbuktú.
Tiempo al tiempo.