Sin entender que el verdadero enemigo lo tienen en Morena, en el frente blanquiazul decidieron jugar al canibalismo, sin pensar que la fractura será ampliamente aprovechada por las huestes morenistas en 2024.

Ahora el motivo de la discordia es la dirigencia estatal que se disputan los sobrevivientes del morenovallista a través de la figura de Genoveva Huerta contra el panismo tradicional encabezado por el alcalde electo Eduardo Rivera.

De ahí que la asamblea en la que se haría la selección de los integrantes de la Comisión Organizadora Estatal de la Elección del CDE 2021 haya sido el motivo perfecto para enfrascarse en la esteril discusión sobre si hubo o no, el quórum para avalar las decisiones ahí tomadas, como que Leonor Popócatl, sea la presidenta de la Comisión.

Y digo que es estéril porque si realmente quisieran darle legitimidad a la sesión de ayer, sería tan sencillo como transparentar la lista de los consejeros asistentes.

Así se podría verificar, primero, cuántos consejeros estaban presentes y segundo, si quienes se dice que asistieron, realmente reconocen que estuvieron en el sitio.

¿Por qué no presentar la lista? Con eso se resolvería todo, para un lado o para el otro.

Renovar al PAN estatal no será tarea fácil. Empezaron con el pie izquierdo tras la indicación del CEN de que deberían competir sólo mujeres y la protesta de los poblanos para abrir la convocatoria.

Continuaron con este opaco nombramiento que resultó, según algunas versiones, tras la intentona de la segunda convocatoria en el mismo sitio y día que la primera.

El riesgo es latente, con estas divisiones entre la gente de Lalo Rivera y la de Genoveva Huerta, lo único que van a lograr los panistas es dejar el camino libre y la mesa puesta a Morena para la gubernatura de 2024.

Extrañando al Fonden

Como muchos arrebatos más, Andrés Manuel decidió que era mejor desaparecer el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) ante la presunción de que habría algunos actos de corrupción, antes que identificar los fallos y fortalecerlo.

Previo a su desaparición y durante su extinción se advirtió que era altamente riesgoso, que su existencia estaba perfectamente justificada por la entrega de apoyos a estados y municipios afectados por alguna contingencia.

Pero como siempre, López Obrador se escudó en su discurso contra la corrupción y terminó por imponer su santísima voluntad.

Ahora que Grace tocó tierra, impactó a Veracruz y ocasionó afectaciones en gran parte del centro de la República Mexicana comienzan las complicaciones para dar recursos a los gobiernos y a los ciudadanos que perdieron desde sus parcelas y casas, hasta familiares.

López Obrador no se cansa de llamar neoliberales a sus antecesores y acusarlos de corruptos, calificativos que pueden o no ser adecuados, pero lo que el presidente no quiere ver es que esos hombres sí previeron que los desastres naturales llegan y se deben tener previsiones económicas, de infraestructura y logística para afrontarlos.

Un país tan grande como México no puede estar a expensas de las dádivas de un presidente o de sus ocurrencias para afrontar desde sismos hasta huracanes.

Por eso es que en estos días, cuando la temporada de huracanes aún está a la mitad del camino, se le extraña más al Fonden.

La ausencia de apoyos tras la devastación que causó Grace empeorará la difícil situación de quienes por costumbre o necesidad viven en zonas de alto riesgo, pero esos pobres, al parecer, no son prioridad para el gobierno de la 4T, pues el plan de AMLO para apoyarlos será presentado hasta mañana martes, total ¿cuál es la prisa?