Contra todo razonamiento, el regreso a clases presenciales se realizará este lunes 30 de agosto, no importando que nos encontremos en uno de los momentos más críticos de la pandemia, mejor conocido como tercera ola.
Lo he dicho varias ocasiones, tengo claro que es necesario comenzar a resarcir el rezago educativo que se ha generado durante este año y medio, pero no ahora, es una verdad científica que no existen las condiciones sanitarias para ello.
El retorno a las aulas que se dará “llueva, truene o relampaguee” desnudará las carencias, una de ellas, la del sentido de la responsabilidad.
Durante 18 meses alumnos y padres de familia debieron tomar las clases a distancia, muchos papás pese a sus propias actividades laborales, encontraron el tiempo para acompañar el proceso de aprendizaje de sus hijos, sin embargo, también es cierto que otros tantos, prefirieron que sus retoños tomaran un año sabático.
Existen casos en los que los alumnos desertaron simplemente porque no les gustaba la clase.
A pesar de contar con un tutor en casa, de gozar de wifi y hasta computadora personal, varios alumnos se tiraron a la hamaca y pasaron el año echados, sin aprender nada.
Esos casos son peligrosos porque enseñaron al alumno que puede hacer lo que le venga en gana y sus malos actos no tendrán consecuencias, al final y por obligación, los maestros tuvieron que darles el pase de año a sabiendas que no quisieron estudiar.
Otro reto que habrá de solventarse en la primera etapa de este atípico ciclo escolar, será el doble desgaste de los maestros que tendrán que atender hasta cuatro grupos en un solo ciclo. Me explico.
De acuerdo con lo que las autoridades federales dijeron, habrá la posibilidad de que los padres lleven o no a sus hijos a clases, además los grupos se dividirán en dos para reducir los aforos, entonces, cada maestro atenderá a un grupo en presencial los lunes y miércoles, a otro virtual esos mismos días. Los martes y jueves atenderá dos grupos más, uno en vivo y otro a distancia.
Si escribirlo suena complicado, no imagino el caos que será llevarlo a la práctica.
Como sea, este año será un experimento social en el cual, nuevamente, los padres estarán ante una enorme responsabilidad, de su buen o mal desempeño dependerá que los rezagos de año y medio se puedan subsanar o por el contrario, se ahonden.
Pero más allá de los rezagos y los retos educativos, el problema de fondo es que en las últimas semanas, especialistas médicos de diferentes partes del mundo incluido México, han confirmado que los menores de edad son agentes con mayor capacidad de contagio que los adultos, además del aumento de niños hospitalizados entre 6 y 12 años, sumado al peligro de muerte que genera la variante Delta entre la población de 18 a 30 años, que coincide con la edad de los papás de los niños que volverán hoy a la escuela, quienes por si no fuera suficiente, en su mayoría no están vacunados.
Un auténtico despropósito por dónde se le vea.
Espero que los especialistas estén equivocados y que AMLO y Gatell por una vez en su vida estén en lo correcto.
Lamentablemente, la salud no es un asunto de ocurrencias sino científico, por lo que esto cuenta como la crónica de una tragedia anunciada.
Los 21 legisladores poblanos
Ayer se instaló la 65 legislatura federal y en ella Puebla ya es nota. Lo es porque uno de sus diputados electos (Mauricio Toledo) fue impedido para rendir protesta, por las investigaciones que se siguen en su contra, por su presunto enriquecimiento ilícito.
Esperemos que en los próximos días el nombre del estado sea mencionado por mejores razones y también que los hombres y mujeres que llegaron a San Lázaro se preocupen realmente por atraer recursos para Puebla, por defender los intereses de los poblanos y por cuestionar por qué seguimos como la entidad con menor porcentaje de población vacunada.
Hay tantas cosas que nos urgen, que sólo podemos decirles que más allá de los colores partidistas, estaremos pendientes de lo que hacen, de lo que votan y de lo que dejan de hacer durante los próximos tres años.
El tiempo nos dirá si cumplieron con lo mucho que se espera de ellos o si se suman a la larga lista de políticos que han traicionado la confianza de los votantes.
Veremos y diremos.