¿Qué es lo primero que llega a tu mente cuando lees o escuchas la palabra inflación?  Esta es una palabra que hemos escuchado, leído e incluso comentado, pero pocas veces entendemos verdaderamente lo que significa. Más allá de lo técnico o de lo que escuchamos al respecto en diferentes lados, ¿Qué impacto verdadero tiene en nuestras vidas?

Este término describe el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en un mercado durante un periodo de tiempo finito, generalmente de un año. En otras palabras, cuando los precios suben, con cada unidad de divisas se pueden adquirir menos bienes y servicios. Es decir, la inflación refleja la pérdida de poder adquisitivo de una moneda. Una representación de la inflación es el índice de precios al consumidor.

En México, la inflación se mide sobre una canasta de cerca de 300 bienes y servicios genéricos de distintas industrias representativas del gasto básico de los mexicanos. Si bien la inflación ha estado controlada en el país durante las últimas dos décadas, con niveles constantes por debajo de 5-6% anual, la historia de la pérdida de poder adquisitivo en nuestro país era bastante clara desde las décadas de los 70 y 80, donde llegó a ser inclusive de más de 100% en un año.

La inflación en México se mantiene por arriba del objetivo, sobresalen el elevado incremento que muestran alimentos, energéticos y vivienda, en donde algunos de ellos se sitúan por arriba de 2 dígitos por ciento en el año. Esto sin duda afecta principalmente a los sectores de la población con menores ingresos, a los desempleados y a los que laboran en la informalidad, ya que los alimentos representan un mayor porcentaje de sus gastos totales.

Aquí es donde insistimos en las inversiones. La relación entre las inversiones y la inflación, es que las inversiones son la mejor manera de combatir el aumento generalizado de precios.

Lo hace mediante dos tipos de activos:

  • Reales: por ejemplo, los bienes raíces, las FIBRAS y hasta las criptomonedas

Los activos reales te protegen de la inflación debido a su escasez. Los bienes raíces en este sentido cumplen con esta premisa y otros activos, como el oro, tienen ciertas reservas probadas, por lo que es un gran instrumento para resguardar valor.

•         Financieros: con los activos financieros ocurre un fenómeno aún más interesante, especialmente con las acciones de empresas.

¿La inflación es mala? Depende de qué lado de la moneda te encuentres. Las inversiones no son sólo son necesarias, de paso sirven para poder tener un mejor futuro.