Aunque en estos momentos la atención en San Lázaro está centrada en el Presupuesto de la Federación para 2022 y las reformas que golpearán a la mayoría de los mexicanos, principalmente a los jóvenes; en paralelo se cocinan los votos priistas o las inasistencias que AMLO requiere para que su Reforma Energética sea avalada.
Hasta hoy, la postura del tricolor ha sido tibia y timorata, tanto, que parece que sólo está encareciendo sus canicas para finalmente doblar las manitas, lanzar por la borda la alianza con el PAN y el PRD, traicionando así a quienes confiaron en ellos y entregándose a la voluntad del tlatoani del Palacio.
Lo hemos dicho. La traición del PRI será el autogol de su descenso y la bala del suicidio, porque después de una acción como esa, su ya devaluada marca, terminará con menos valor que una moneda de 50 centavos.
¿Cómo van a creer nuevamente en quienes les volvieron a dar la espalda?
¿Qué calidad moral podrán presumir los priistas que cedan a las pretensiones de López Obrador incluso después de todas las ofensas y los recordatorios que los voceros de AMLO han lanzado contra ellos, en las últimas horas, desde la tribuna de la Cámara de Diputados?
Ninguna.
El desplome del PRI generará un vacío que será llenado por Movimiento Ciudadano, el partido con el mayor crecimiento en la pasada elección y que tiene dos importantes gubernaturas.
Queriéndolo o no, el partido naranja vendrá a ocupar ese ansiado tercer lugar en las preferencias electorales rumbo a 2024 y hasta podrían partir en tercios las simpatías.
En medio de esta falta de perfiles y liderazgos políticos, podrían hacerse de la presidencia de la República.
La Reforma Energética, en términos políticos, es mucho más que una simple votación. En el dedo de cada uno de los legisladores federales del tricolor está la vida de su partido y el futuro de este país.
Y en este delicado juego, dos poblanos estarán en la mira de quienes habitamos esta aldea: Blanca Alcalá y Javier Casique. Aunque ambos arribaron al Congreso por la vía plurinominal, no dejan de ser diputados poblanos, con un compromiso con su militancia.
Ambos priistas, con arraigo en Puebla, prometieron a sus simpatizantes que de llegar a San Lázaro serían una férrea oposición contra los excesos del poder.
¿Serán parte del voto de la traición?
Veremos y diremos.
La convocatoria de Barbosa
Una vez más el gobernador demostró que lo suyo, lo suyo, es la política, ya sea como tribuno o como cabildero.
La presencia de figuras políticas tan diversas como alcaldes de la región, de la Sierra Norte y hasta de la capital, se sumaron al presidente del Tribunal, Héctor Sánchez o al del Congreso, Sergio Salomón Céspedes.
Un rostro que sorprendió, por lo que políticamente representa, fue el de la rectora Lilia Cedillo quien se sumó a la lista de invitados.
Las fotos muestran a un gobernador pleno, cómodo en su tierra, contento de retomar una de las tradiciones que mezcla la gastronomía con los mensajes políticos.
Después de pasar años a la sombra y tras la pandemia, la temporada de Mole de Caderas no pudo comenzar mejor.
Por lo pronto yo ya llevo tres en lo que va de la temporada.