Por rasgos físicos o conductuales, procedencia geográfica o género, la discriminación ha sido un constante manojo de sandeces en la historia de la humanidad.

En México arbitrariedades raciales, socioeconómicas y de género, sin menoscabo a otras ofensas, constituyen la mayoría de la discriminación; y es que nos vamos hacia el agravio sencillo de cómo se ve.

Esta expresión visible de nuestro código genético, con el término científico de fenotipo, son nuestros tonos de piel, voz, ojos y pelo, y absolutamente todo de cómo nos vemos.

Pero los humanos discriminamos en base a una minúscula porción de nuestra información genética.

En el ADN tenemos la historia genética de ocho generaciones atrás y los lazos mendelianos, con diversa intensidad, hasta con primos en octavo grado.

También en nuestro ADN tenemos indicadores sobre enfermedades hereditarias y propensión a padecimientos crónico-degenerativos. Igual nos sirve para predecir caída de pelo, impotencia sexual, falla de órganos, entre cientos de otros elementos.

México está en pañales en estudios genómicos a escala poblacional, aunque dos eventos buscan cambiar el paradigma.

Por un lado, Expo Genealogía 2021 (29 y 30 octubre, WTC, CDMX), busca establecerse como un evento recurrente en el marco del día de muertos.

Anunciándose como el evento más importante de genealogía e historia familiar de América Latina, las conferencias irán desde la importancia de registros parroquiales, nuestra herencia mulata-sefardí, hasta una presentación por MyHeritage.

MyHeritage es una empresa israelí con 4.7 mil millones de perfiles genéticos históricos, se especializa en árboles genéticos, y quiere el mercado mexicano.

Del otro lado la iniciativa oriGen, del grupo Tec de Monterrey vía su división Sistema Salud, buscando secuenciar los genes de 100,000 mexicanos para conocer las razones subyacentes de enfermedades y dolencias.

Amparando al genoma se encuentra la reumática Ley General de Salud, que de tanto abarcar no aprieta nada.

En ella bien se indica que nadie podrá ser discriminado con motivo de sus caracteres genéticos, pero lo mismo dice la constitución sobre la discriminación racial.

Un futuro de aseguradoras aumentando tarifas por futuras condiciones médicas, entornos sociales requiriendo ciertos marcadores genéticos, y relaciones donde se busque un porvenir, nunca mejor dicho, genéticamente perfecto está a la vuelta de la esquina.

También se indica que las identidades personales no podrán estar ligadas a perfiles genéticos, decretando anonimidad en todo momento con una excepción, salvo en casos que exista orden judicial.

Para concebir una potencial aplicación me permito resumirle el caso del Asesino del Golden State.

Un ofensor serial de los setentas californianos, 50 violaciones y 12 asesinatos, había dejado muestras de fluidos en las escenas de crímenes. Se tenía su perfil genético, pero no un perfil personal al cual ligarlo. El advenimiento de pruebas masivas y bases de datos en línea para buscar a familiares permitió un punto de partida con 25 árboles familiares y casi mil personas, que, por descartes, permitió identificar al asesino 50 años después.

Piense en México, la falta de estado de derecho, y eche a volar su imaginación distópica.

Plazeos Puebla 24

Los nombres para el 24 se van perfilando. Ma. Luisa Albores, titular de SEMARNAT y la suspirante más tenue, confirmó ayer vía Ebrard, que estará en COP26, cumbre de cambio climático de la ONU este fin de semana en Escocia. Con la mentira de Sembrado Vida y nada que presumir poca proyección se le espera.

Armenta, que también buscó ir vía el Senado a Glasgow, ha tenido mejores reflectores por su trabajo sobre el litio. Potencial fuente de riqueza, desarrollo, y especialmente narrativa soberanista para el presidente.

Mier, en los temas pertinentes, poco ha destacado; mientras que Lalo Rivera se está ensuciando los pantalones podando los raquíticos espacios verdes de la capital que prometió rescatar. De todos estaremos pendientes.