Hace unas semanas le comentamos de los problemas que atraviesa el Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Puebla (Itaipue), como la falta de promoción y orientación a los usuarios de la versión SISAI 2.0.
Pero eso nada más es la punta del iceberg de los problemas del organismo garante de la transparencia en Puebla.
Y es que existe una grave sobrecarga y retrasos de atención en los Recursos de Revisión (RR) de ciudadanos no conformes a respuestas de las dependencias a sus solicitudes de información y otras obligaciones.
Al 5 de octubre de 2021, se habían registrado 403 recursos de revisión, pero solo 55 tenían resueltos, lo que representa apenas el 13 por ciento.
La ahora excomisionada, Gabriela Sierra, dejó pendientes al menos 55 RR desde abril de 2020, con lo que se está violentando el derecho de acceso a la información de la ciudadanía con los retrasos.
Pero también en la capacitación de sujetos obligados están muy mal.
Dos de cada cinco sujetos obligados a los que se les verificó su índice de cumplimiento de las obligaciones en materia de transparencia, no atendieron las observaciones del Itaipue, durante el proceso de evaluación.
Como quien dice, no los pelaron.
De mayo a agosto, el órgano garante llevó a cabo la Verificación de Obligaciones de Transparencia correspondiente a 2021, al seleccionar a 107 de los 349 sujetos obligados de la entidad.
Ya ni siquiera revisan a todos.
Explicaron que para la selección, se tomó en cuenta a los sujetos obligados que en 2019 obtuvieron un puntaje “en el rango del promedio de su grupo” o superior a este, y que no hubieran sido verificados en 2020.
Así, se revisaron a 106 ayuntamientos y al Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Tehuacán.
A finales de mayo, hicieron observaciones sobre los rubros que debían atender para mejorar su calificación.
Al cierre del proceso, 51 ayuntamientos no emitieron respuesta alguna.
El 40 por ciento simplemente no atendieron las recomendaciones que les hizo el Itaipue
A lo mejor porque ya se iban, no modificaron sus portales para cumplir con sus obligaciones en materia de transparencia.
Ahora que ya estén tres comisionados y haya salido la última morenovallista el 5 de enero del 2022 (léase Marcela Carcaño), esperamos que haya un cambio real.
Tiempo al tiempo.
La carrera
El pasado domingo, la rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Lilia Cedillo Ramírez, corrió en el regreso de la maratón tras la pandemia.
Y no crea que lo hizo por demagogia o para la foto.
No, simplemente ella es una corredora asidua y no por ser rectora iba a dejar de correr un medio maratón de 21 kilómetros.
Esta carrera la corrió sin guaruras, ni fotógrafos oficiales al lado, mucho menos con porras acarreadas, sino todo con su esfuerzo, simplemente por el gusto de hacerlo y llegar a la meta de manera limpia.
Pareciera una especie de analogía de su llegada a la rectoría, por eso hay tanto positivismo de que su paso o carrera por la rectoría será un paradigma en la vida universitaria.
Tiempo al tiempo.