Santa bomba la que está por explotar en el mero Registro Civil, luego del tremendo cochinero que estaría inundando lo más hondo de los juzgados, en varios municipios del estado.

Resulta que mi chismoso de los tribunales rajó chipotle que jueces y personal administrativo la están pasando de la chiflada, a expensas de los altos mandos.

Y es que a las primeras de cambio se las dejan ir enterita pa’ hacerles operativo mochila, sin que el procedimiento sea normado por la ley.

Eso no es todo, mis valedores. Dicen que la cacería de brujas está a la orden del día porque quien no acepta las reglas, le andan echando sus cositas a la calle.

Cuando pensamos que ahí topaban con pared las denuncias, nel. Resulta que en los juzgados capitalinos, de Tehuacán, Atlixco y San Andrés Cholula están moviendo moches hasta las altas esferas.

No sólo eso, pos los mentados moches saldrían cada quincena y hasta triangulados entre la gente de confianza pa’ que todo quede en familia.

Y es que la banda indignada también le contó a su héroe de barrio que los incondicionales de los mandos son los que mueven la cosa pa’ poner y quitar a su gusto a los jueces y administrativos.

Unas pinches fichitas, mis valedores.

Pa' acabarla de embarrar, me juran por ésta que entre los protegidos del Registro Civil estaría familia directa del exdiputado federal manolarga, Saúl “N”, quien trataría con la punta del pie a los jueces.

Una cosa está clara: pa’ los chambeadores de los juzgados, los mandos del Registro Civil están superados y viven en la ley de la jungla. Por eso merengues piden a las autoridades intervenir y cortar de tajo todos los chanchullos y negocitos que se andan armando, a expensa de ellos y sus bolsillos.

Acá entre nos, ya andan cansados que sus demandas sean bloquedas pa’ pasar desapercibidas, pos las cabezas no están dispuestas a dejar ir el tremendo bisne que se traen entre manos.

Se ve que a más de uno le quedó grande el puesto y prefirió la vieja confiable de irse por la marmaja

Que alguien cuente este chisme en Casa Aguayo. Conste que cantada vale doble.