Además de la lluvia de reclamos que en breve le lloverán a Andrés Manuel López Obrador tras la inauguración de su aeropuerto de chocolate, el Presidente comenzará a vivir el declive de un mandatario.  

Si bien aún cuenta con un respaldo importante de simpatizantes y fanáticos, lo cierto es que las críticas y los datos reales, los otros que a él no le gustan, se estamparán contra su rostro con frecuencia.  

Cachetadas de realidad como la que vivió durante su mañanera en Quintana Roo serán más comunes de lo que su tolerancia pueda soportar.  

Los cuestionamientos fuertes, directos, con datos e información contra todo lo que la 4T está destruyendo como la selva para montar su trenecito, el sistema de salud nacional o hasta las escuelas de tiempo completo serán la constante.  

Para cuando los “expertos” que rinden pleitesía al inquilino del Palacio se den cuenta, lo más probable es que comiencen a reducir, aún más, el número de periodistas serios que pueden ingresar a las mañaneras, y buscarán que sólo se hagan preguntas cómodas al tlatoani.  

Pero ya no les alcanzará, aunque no quieran verlo y tengan otros datos, el poder, el mandato ciudadano comienza a fenecer y eso, el cierre del ciclo presidencial será algo que irritará, aún más, a López Obrador.  

Y recuerde que, quien se enoja pierde.  

 

 

Porque lo digo yo 

El Estado de Derecho, ese donde la Constitución es la ley máxima y nada ni nadie puede estar sobre ella, fue pisoteado por la 4T. La aprobación, en un proceso legislativo lleno de vicios y la publicación en el DOF de las reformas que le permiten a cualquier autoridad, incluyendo al presidente, hablar de la Consulta Popular es la clara muestra de que si las leyes no me gustan, como presidente puedo hacerme una que me satisfaga.  

El riesgo para el país es altísimo y necesitamos que la oposición despierte, de lo contrario le estamos dando un cheque en blanco a AMLO para que en unos meses decida hacerse una nueva ley en donde, por qué no, extienda indefinidamente su mandato

 

 

Matan a periodistas… y siguen negándolo  

Al cuestionar a Rosa Icela Rodríguez sobre las acciones emprendidas luego de las amenazas con armas a los reporteros que daban cobertura al velorio de Armando Linares, la secretaria de Seguridad de Seguridad y Protección Ciudadana dijo que tales agresiones no se registraron.  

Aunque las autoridades municipales de Zitácuaro reconocieron que el hermano del periodista asesinado portaba un arma y amenazó directamente a los reporteros, en el colmo del cinismo, la funcionaria de la 4T dijo que ya le habían preguntado al agresor y que él como hermano sí se pudo quedar toda la noche en el último adiós

Así de absurda su estrategia de protección.  

Mientras los lopezobradoristas continúen negándolo y manteniendo la impunidad con sus “no pasa nada”, la lista de periodistas asesinados en México seguirá creciendo.