Antes de que López Obrador salga en la mañanera de este lunes a dar sus “otros datos”, el saldo de la noche de este domingo nos arroja luces y realidades de la 4T que por mucho que quieran no podrán ocultar.
Con el corte y las estimaciones realizadas por el INE ya se supo cuál es el tamaño real de la capacidad movilizadora de Morena. Con el 18 por ciento de la votación nacional simplemente no les alcanza para ganar otra elección presidencial.
Siendo realistas, ¿Cuántos votos más podrá alcanzar Claudia Sheinbaum o el canciller Marcelo Ebrard?
Ya se vio que la estructura de Morena o para ser más claros, que el número real de beneficiados con los programas sociales sólo aportarán, en el mejor de los casos, 15 millones de votos a nivel nacional.
Lo más grave para AMLO, Morena y su 4T son dos cosas. La principal es que ayer se les cayó el mito de ser un partido abrumadoramente dominante que garantizaba triunfos electorales. Ayer Morena se desnudó ante toda la sociedad con el verdadero peso de su capital político.
Está claro que en 2024 las y los candidatos de Morena ya no ganarán por el simple hecho de estar postulados por un partido guinda. La gente dejó de creer en esa esperanza que demolieron en menos de tres años.
La segunda preocupación que deberán tener los operadores políticos de la 4T es la cantidad real de votos, simpatizantes y fanáticos que realmente perdió Andrés Manuel.
En 2018, la mayoría de quienes dieron su respaldo a AMLO en las urnas llegó a las casillas por su propia decisión, sin necesidad de compra de voluntades, acarreo de votantes o presiones; sin embargo ayer, que sí se utilizó el acarreo, que durante el proceso se violaron todas las leyes electorales y hasta se utilizaron los programas sociales para tratar de apuntalar el voto, menos de 20 millones de mexicanos salieron a cumplir con su deber ciudadano.
Entonces entre la suma y resta de votos, lo cierto es que el inquilino de Palacio Nacional perdió muchos más de 15 millones. De los 30 millones de mexicanos que se movían por medios propios y se volcaban en las urnas por él, quedan muy pocos. Ahora los que votan son similares a quienes en el PRI eran llamados voto duro, que no era otra cosa que la estructura del gobierno.
Si consideramos la posibilidad de que la oposición vaya en alianza con un solo candidato y que el padrón ha crecido, la 4T necesitaría un mínimo de 35 millones de votos para ganar en 2024 y retener la presidencia de la República.
Y con lo de ayer, no veo cómo lo puedan lograr.
El mito de que la presencia de Andrés Manuel en la boleta garantizaría una copiosa votación y resultados favorables para Morena se desmoronó ayer. Esta vez ni con él en la boleta los electores se sintieron llamados a las urnas.
¿Con qué maroma saldrán los creadores de frases como “no es falso pero se exagera” para justificar su terrible derrota?
Veremos y diremos.