En los últimos años, en los últimos meses, pero particularmente en las últimas semanas los casos de asesinatos producidos en la zona metropolitana de Puebla nos han sacudido.

Tan sólo en este fin de semana fuimos testigos de las exigencias de justicia, esclarecimiento de los hechos y hasta de seguridad tras el hallazgo de la doctora Sandra Elizabeth, caso donde no bastó la detención de siete miembros de la banda que la secuestró para rescatarla con vida.

A la joven que fue raptada cuando iba a trabajar, la localizaron un mes y dos días después, sin vida, en una cisterna, a unos metros de donde fue raptada.

También observamos este sábado la marcha silenciosa para exigir justicia por la muerte del entrenador de Pokémon y psicólogo Edgar Paredes Tello.

La manifestación partió del Paseo Bravo, sitio en donde acuchillaron al jugador Tello2803 una semana antes, al mediodía, cuando intentaron arrebatarle el celular y terminaron por quitarle la vida.

El reclamo de justicia no es sólo por los casos actuales. Desde hace casi 5 años, cada 29 de mes, la UPVA 28 de Octubre marcha por las principales calles de la ciudad para exigir que se esclarezca el asesinato de Meztli Sarabia Reyna.

Rubén Sarabia acusó que a 4 años y 11 meses del homicidio de su hija sólo hay un detenido en la cárcel y que éste promovió un amparo para reducir su sentencia de 50 a 13 años. Estos 13 podrían reducirse, por buen comportamiento, a siete y de ellos ya compurgó 4, añadió.

De los autores materiales y el resto de los participantes en aquella agresión armada, no se sabe nada.

También exigieron justicia los amigos, familiares y conocidos de Cecilia Monzón, quien cobardemente fue acribillada la mañana del sábado pasado.

La ofrenda con veladoras, globos, flores, fotos y frases reclama también paz, una paz que cada día vemos más lejana en nuestra querida Puebla.

Su caso, el más mediático y de repercusiones internacionales, cumple una semana.

¿Hasta cuándo estaremos reportando que a plena luz del día asesinen a dos personas un sábado por la mañana?, ¿Hasta cuándo bastará capturar a una banda de secuestradores para rescatar con vida a una doctora?, ¿Hasta cuándo se impedirá que los asesinos reduzcan de 50 a 7 años su condena carcelaria?, ¿Hasta cuándo seguiremos viendo y escuchando marchas y veladoras para exigir que cese la inseguridad y que se sancione a los autores materiales e intelectuales de los homicidios?

Es claro que el tema no es exclusivo de la capital, de la zona metropolitana ni del estado.

Todo nuestro país está en un constante baño de sangre y precisamente por ello necesitamos estrategias mucho más contundentes para blindar nuestro estado, mejores y más ágiles investigaciones para castigar con todo el peso de la ley a los responsables y así romper con la idea de impunidad, con la que hoy actúan los delincuentes.

La tarea no es fácil, pero es urgente que entre todos comencemos con ella.