La llegada de César Yáñez a la Secretaría de Gobernación, como subsecretario, fue la antesala de una reunión entre el presidente Andrés Manuel, los gobernadores de la 4T y Adán Augusto, en Palacio Nacional.

Como lo comentábamos anoche durante el programa Destrozando la Noticia, López Obrador tiene una corcholata consentida, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; sin embargo AMLO ha reconocido que los muchos errores en el gobierno capitalino le costarán muy caro y eso que aún no cierran la mitad de la línea 1 del metro.

Ante este escenario, Andrés Manuel se ha visto obligado a comenzar a construir un “Plan B”, uno que al inicio de su sexenio no pasaba por su mente, pero que utilizará en caso de emergencia.

Y justamente ese parece que fue el mensaje, cerrar filas en torno a su secretario de Gobernación, otro López, y comenzar a posicionarlo rumbo al 2024.

Pocas fotos trascendieron del encuentro, sin embargo, en casi todas ellas, Adán Augusto es la figura principal. Las cartas están echadas.

Y es justamente para darle movilidad de acción y para despejarle el escritorio al secretario tabasqueño, que otro de los grandes pilares de López Obrador llegó a la Secretaría de Gobernación.

Aunque el propio Adán ha negado públicamente que la llegada de Yáñez como subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos sea para apuntalar sus aspiraciones presidenciales, nadie puede olvidar que César es considerado uno de los operadores que históricamente han estado más cercanos a Andrés Manuel, desde que era vocero en el gobierno del entonces Distrito Federal.

Si alguien conoce y sabe cómo librar una batalla electoral contra todos los pronósticos, es el colimense.

Y si alguien puede sumar a la estructura lopezobradorista al proyecto de Adán Augusto, es también el nuevo subsecretario.

El cuento de la 4T de que César Yáñez sólo llegó ahí para recomponer la relación entre el gobierno federal y la iglesia es eso, un mero cuento.

La cargada parece haber cambiado de rumbo.

Lo más ruin de nosotros

No sé si hemos tocado fondo, no sé si podremos entender que todos somos responsables, de alguna manera, de cuidar de lo más preciado que tenemos como humanidad: la niñez.

En la semana que por fin termina hemos tenido que contar desde una balacera en un centro de salud donde se vacunaba a menores de 5 a 11 años y que dejó heridos a una niña y a un niño, además de dos adultos.

También el atroz crimen contra una pequeña de 4 años que fue abusada, golpeada y asesinada por un par de depravados que serían sus vecinos.

Y hasta la separación –que es lo menos grave- de un maestro de kínder por presuntamente abusar sexualmente de varios alumnos.

No hay palabras para describir las acciones de estos indolentes que lo mismo lanzan balazos en una zona familiar que utilizan su puesto en una escuela.

Los responsables de estos delitos deben pagar, ellos son los únicos culpables, pero todos y todas tenemos que hacer un frente común y proteger a quienes serán nuestro futuro.