La electromovilidad transportes basados en energía eléctrica– ha tenido un 2022 bastante movido. Comenzamos el año con el arribo de Link-Ev a la entidad. Una alianza entre una empresa hongkonesa y otra bostoniana anunció una importante inversión arriba de 250 millones de dólares para ensamblar camiones y autobuses eléctricos en Ciudad Modelo, allá en San José Chiapa

Este evento fue seguido por el arranque de la Mesa de Electrificación de la Movilidad México-Estados Unidos, por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, a bordo de un Zacua. Este auto, que comenzó a producirse en 2018, tiene una interesante tripleta. Totalmente eléctrico, 100 por ciento ensamblado por mano de obra femenina, y armado completamente en territorio nacional. Su planta, también en Puebla, fue inaugurada por el exgobernador Antonio Gali Fayad en el Parque Industrial 2000, allá por los estadios

Ebrard Casaubón, en gira por Sudamérica estos días, se detuvo en Bolivia para fortalecer las intenciones de procesar litio boliviano en México, así como de ensamblar su auto Quantum en Iztapalapa. También declaró que prevé que en 2030 la mitad de los vehículos en México serán eléctricos; solo si llega a presidente se lo creeremos.  

Asimismo, en días pasados tuvimos la presentación del Plan para el Despliegue de Cargadores de Vehículos Eléctricos en Puebla, abanderado por las estatales Agencia de Energía y Secretaría de Economía. Con este proyecto se busca instalar 43 centros para recargar autos eléctricos, en diecisiete municipios y en seis meses, para incrementar un 50 por ciento la capacidad estatal

Dichos centros, anunciaba el titular de la agencia energética, Ermilo Barrera, serán instalados en Pueblos Mágicos, museos, y otros edificios públicos. La declaración fue aprovechada por la secretaria de economía de la entidad, Olivia Salomón, para apuntalar y relanzar el proyecto estatal HUB de Electromovilidad, con lo que Puebla se coloca a la vanguardia nacional de la naciente industria

No obstante, estos anuncios palidecieron ante la confirmación de inversión de Volkswagen (VW) para expandir sus operaciones en Puebla hacia los autos eléctricos. La noticia fue dada por el director general de Volkswagen México, Holger Nestler, y el gobernador Miguel Barbosa. Los detalles específicos fueron protegidos con un acuerdo de confidencialidad, pero el ejecutivo estatal afirmó una inversión superior a la de Audi, y la decantación del consorcio por Puebla ante otras opciones. Esto, traducido, significa que veremos más de mil millones de dólares que no fueron a parar a Silao, Guanajuato

Saber que el grupo VW busca posicionar a la ensambladora de Puebla como una de las más modernas de su corporación, es un bálsamo para los poblanos. Como ya lo hemos comentado en esta columna, el fin de los automóviles de combustión interna (los que funcionan en base a gasolinas) está más cerca de lo que queremos especular. Puede que México se atrase en la adopción, pero las exportaciones a Estados Unidos y Europa tienen una fecha de expiración de menos de una década

La automotriz alemana, junto al gobierno estatal, son los dos mayores empleadores de nuestra entidad, por lo que saber que todos los huevos no van a la misma canasta también es un alivio.  

Aunque en el imaginario colectivo Volkswagen representa los máximos estándares de ingeniería alemana, lo cierto es que la ensambladora se ha visto en uno de los mayores escándalos de corrupción automotriz: el diéselgate. La tecnología desarrollada por VW en motores diésel estaba truqueada para alterar las emisiones cuando le fueran realizadas verificaciones. El chistecito – en 2016 – para la planta de Puebla significó reducir la producción, con los respectivos paros técnicos, mandando a miles de trabajadores con la mitad de su salario.  

La competencia por ensamblar los autos del futuro va con todo, si no vea las declaraciones del gobernador hacia el sindicato Volkswagen México (SITIAVW); hay que cuidar la gallina de huevos de oro.