Nacho Mier anunció lo que todos ya sabíamos y lo hizo frente a sus “amigos”, esos cadáveres políticos que ha ido recogiendo a lo largo de los últimos meses y que sólo él y ellos se resisten a reconocer su muerte política.
El Cuarto Informe —que en realidad es su 1er informe— de actividades del período, terminó por ser una calca de las acciones que tanto cacarea AMLO en estos últimos días: las dádivas al pueblo disfrazadas de apoyos sociales.
De sus pifias y fracasos como legislador ni una palabra. No se disculpó por la defensa a ultranza de su amigo Saúl Huerta cuando se le acusó de violar a menores de edad, tampoco dio una explicación necesaria por no pelear un presupuesto más amplio para Puebla que incluyera fondos para la reconstrucción de San Alejandro, vamos, ni siquiera explicó su fracasó con la Reforma Energética.
El informe terminó siendo un evento con todo el tufo del viejo priísmo, del rancio, de ese que cambió de color y pasó de ser rojo intenso a un tono más oxidado, el guinda morenista.
Un acto como aquellos en donde los vetustos políticos llenaban a reventar el Salón Country de San Manuel con acarreados, comilonas y grupos musicales.
Quizá la única diferencia es que ahora Nacho se ha convertido en una especie de Cruz Verde, que deambula levantando muertos en el camino: Bartlistas, Marinistas, Melquiadistas y hasta Morenovallistas… y lo mismo recoge a los damnificados y exiliados de Morena.
Todos cadáveres políticos que hoy viajan como zombis a bordo de esa Cruz Verde al volante de Nacho Mier.
Los Brontosaurios y su pequeño Dino
Volvió el acarreo, la matraca y el confeti ¿Pero por qué sería de otra manera, si Nacho Mier es portador del auténtico ADN tricolor?
Mier fue presidente estatal del PRI, legislador local, funcionario de alto nivel con Manuel Bartlett, secretario general del Ayuntamiento con Enrique Doger entre otros cargos de privilegio del que fuera llamado partidazo; es decir, ocupó todos las carteras que cualquier priísta hubiera deseado.
Tras dar el chapulinazo, cambió de camiseta pero mantuvo su ADN.
Era imposible pensar que su destape tenía que ser diferente. Mier no conoce ninguna otra manera de ser y tampoco desea encontrar otra fórmula. Es y seguirá siendo uno de esos viejos políticos que México tanto repudia.
Su actuar es también la principal razón por la cual el Cuarto Informe de Ignacio Mier contó con la presencia de la vieja clase política del PRI, representada por Manuel Bartlett, quien se mostraba orgulloso de su pupilo desde una primera fila. El Bartlismo resucitó, y con él, los muchos acarreados que suspiran por aquellos tiempos de gloria vividos en el sexenio del viejo dinosaurio.
En su intentona de “mostrar el músculo” (otra acción de los años 70s), Nacho se hizo acompañar de gobernadores como Cuauhtémoc Blanco que sin duda tiene muchos problemas por resolver en Morelos y del inefable senador Gerardo Noroña.
El viejo PRI cambió de nombre y hoy se llama Morena y por eso seguiremos viendo las mismas prácticas que tanto le reprobaron al tricolor.
Insisto, el modus operandi no podía ser distinto, si el máximo líder morenista del país, es también un viejo priista, lo que veremos de aquí al 24, será una repetición constante de los viejos mítines de los 70s con banda, matracas, confeti, tortas, frutsis, billetes y miles de ingenuos acarreados.
Y Nachito es hijo de esos viejos dinosaurios que creíamos que estaban en vías de extinción.
El deseo de la oposición
Aunque usted no lo crea hay quienes sí están ansiosos por ver a Nacho Mier como candidato de Morena a la gubernatura en 2024. Se trata de los representantes de la oposición. Tienen claro que se trata del rival más débil que puede presentar el Movimiento Regeneración Nacional.
Es por mucho la figura política con más negativos y menos conocida entre los votantes.
Por eso, desde enfrente, se frotan las manos para que se les cumpla el milagrito y sea Nacho Mier —el rival más débil—, al que enfrenten en la batalla de 2024.
¿Le alcanzará a Mier la cercanía que presume con AMLO para ser en candidato de Morena con todos los riesgos que esto implica?
Veremos y diremos.