La ruptura de la alianza Va por México comienza a reflejarse en los estados, se trata de un efecto dominó que llegó a Puebla la semana pasada.
Al igual que en la Ciudad de México, en Puebla fue el PAN en voz de su coordinador de diputados, Eduardo Alcántara Montiel, quien confirmó la pausa -que suena a definitiva- en los acuerdos legislativos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Las razones para romper relaciones entre ambos partidos locales poco o nada tuvieron que ver con las nacionales. En Puebla la fractura responde más a problemas internos de Acción Nacional.
El tema de la conformación de la Mesa Directiva fue suficiente para que el CEN avalara la ruptura entre ambas fuerzas políticas.
Es verdad, que en la Mesa Directiva del Congreso, el priísta Néstor Camarillo, quien fue nombrado presidente tampoco mostró interés alguno en mantener a sus coaligados electorales.
Y aunque era previsible que la fractura federal llegara a la Angelópolis, la ruptura local comenzó cuando el PAN y el PRI se acusaron mutuamente de agandallarse las mejores posiciones.
La situación, como dije, se ahondó cuando el PAN se envalentonó y consideró que estar fuera del órgano deliberativo les daría más peso y libertad como oposición. Una apuesta poco clara.
¿Mayoría absoluta?
Si en Puebla el PRI adopta el papel que los diputados federales han seguido -para salvar de la cárcel a Alito- el claro ganador será el gobernador Miguel Barbosa, quien contará con una mayoría absoluta que aprobará cuanta reforma constitucional presente.
Sí el PRI decide sumarse a Morena, el partido lopezobradorista sumaría 32 de los 42 votos en las votaciones más trascendentales, es decir, superarán y con creces los 28 sufragios que se requieren para la mayoría calificada.
En el lado contrario de la moneda, quien pierde en estos momentos, es el alcalde Eduardo Rivera, tanto en el Congreso como en una eventual campaña, ya que en una elección cerrada todos los sufragios cuentan, y el PRI podría quitarle a Acción Nacional los votos del interior del estado.
La cuota que olvidó pagar la diputada
Nuevamente la diputada Guadalupe Leal Rodríguez apareció en escena y amenazó con denunciar violencia política de género luego que se le impidió participar como candidata a la presidencia del Comité Municipal de la capital.
Ella presumió una carta de salvedad de derechos, pero hay contradicciones, pues dice que quiere ser presidenta del PAN capitalino, pero se registró como consejera por San Pedro Cholula, entonces, la primera duda es ¿De dónde es?
Una segunda irregularidad tiene que ver con las obligaciones que como panista incumplió. Como diputada del PAN tenía la obligación de entregar el 10 por ciento de su dieta de manera mensual, sin embargo, olvidó o no quiso pagarla.
Al incumplir con este requisito a la panista se le impidió el registro. No es la primera ocasión que sucede, así que tampoco se puede llamar sorprendida de que se aplique el criterio.